La iglesia de Nuestra Señora de Montserrat, en el villafranquino barrio de L’Espirall, se llenó a rebosar el pasado domingo día 5 para la celebración eucarística de acción de gracias a la congregación de las Carmelitas Vedruna con motivo del cierre de la comunidad de Vilafranca, la última hasta ahora en activo en el Penedès.

La Eucaristía concelebrada, con la presencia de los presbíteros de Vilafranca y con la hermana Maria Teresa Gamisans dirigiendo los cantos, se convirtió en testimonio de reconocimiento a la labor de las religiosas durante más de 170 años en Vilafranca. Entre los asistentes, el alcalde de Vilafranca, Francisco Romero, el concejal Ramon Zaballa, hermanas del equipo provincial Vedruna y otras venidas de diferentes lugares, representantes de la Asociación de Vecinos del barrio y educadores de los colegios Vedruna de Vilafranca y Sant Sadurní.

En la clausura de la celebración eucarística, varios parlamentos recordaron el paso de las religiosas por Vilafranca desde que, en 1852, santa Joaquina fundó la primera comunidad en Vilafranca, la que sería su última fundación en vida, a la que seguiría en 1881 el colegio de San Elías, que continúa en activo manteniendo en Vilafranca, todavía en 1901 un asilo para niñas huérfanas que llegó hasta la Guerra Civil.
Tuvieron también palabras de sincero agradecimiento varios componentes de la Asociación de Vecinos de l’Espirall, que recordaron que, en el barrio, las Vedruna ha sido durante medio siglo el palo de pajar de la comunidad cristiana vinculada a la iglesia de Montserrat de aquel barrio vilafranquino, con una labor de servicio, de catequesis y de apoyo a las iniciativas y necesidades vecinales.
La actual directora del Colegio Vedruna Sant Elies y una de las antiguas directoras resaltaron que la escuela fue pionera en temas como la escuela catalana y una de las primeras en ser regida por un patronato, a la vez que afianzaron el compromiso del colegio con el ideario Vedruna.

Una representante del equipo provincial de las religiosas quiso agradecer los reconocimientos de la jornada y reafirmó el compromiso de la institución con los nuevos tiempos.
Unas palabras de agradecimiento del alcalde de Vilafranca pusieron clausura al acto con el descubrimiento de una placa en la fachada de la iglesia que recuerda el paso de las religiosas Vedruna por Vilafranca.
Joan Solé Bordes
Profesor jubilado de la Escuela Vedruna St Elies