Nuestra familia Vedruna está presente en África, América, Asia> y Europa. Tiene muchos rostros y muchas maneras de expresar el seguimiento a Jesús; hay religiosa, laicos y laicas, seglares con diversos tipos de vinculación. Llevamos dentro los genes del fuego y el abrazo que tanto caracterizaron a Joaquina y que tanto necesita hoy nuestra realidad.
Estos últimos años nos une además una pasión común: «Ser casa de puertas abiertas», que necesita reformas, ampliaciones, afianzar los cimientos, abrir ventanas, salir fuera, llegar a las fronteras de nuestro mundo, trabajando en red y con amplio sentido de Iglesia y de ciudadanía.