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“Construir el nosotros acompañándonos”

“Construir el nosotros acompañándonos”

Construir el nosotros acompañándonos”, recién publicado por Narcea Ediciones, ofrece una muestra del atractivo y la potencialidad de la propuesta del acompañamiento espiritual de Ruaj.

 

Es fácil decir: “Yo soy, tú eres, ella es”. El salto a “nosotros somos”, sin embargo, requiere “un largo camino de maduración”, un camino que solo puede decir que ha recorrido aquella persona capaz de sentir el dolor o el gozo de otra como propios.

Así se presenta “Construir el nosotros acompañándonos”, recién publicado por Narcea Ediciones, a partir de las contribuciones para los VI Círculos de Encuentro Marisa Moresco, organizados por el Equipo Ruaj, y celebrados en mayo de 2024 en el Centro Vedruna de Valladolid.

A lo largo de más de tres décadas, Ruaj se ha consolidado como referente del acompañamiento espiritual, una práctica cultivada por grandes maestras y maestros en los primeros siglos de cristianismo, pero que había quedado relegada, en detrimento de otras alternativas de carácter más vertical. Con el impulso a la sinodalidad, especialmente intenso en el pontificado actual, la Iglesia que redescubre el acompañamiento encuentra en Ruaj una sugestiva propuesta para el tiempo presente con carácter intercongregacional y apta para muy diversas sensibilidades eclesiales.

Arranca este viaje del yo al nosotros la reflexión de Amparo Muñoz Ferriol, profesora de Filosofía Moral de la Universitat de Valencia, con título “De la fragmentación del yo a la construcción del nosotros”. Marta García Fernández, profesora de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, asciende un peldaño para plantear de qué manera “Somos imagen del Dios de los encuentros”, mientras que el jesuita Juan Antonio Guerrero aborda la cuestión “Cultivar los vínculos que hacen posible el ‘nosotros’”. Llegados a este punto, la profesora de Comillas y miembro del Equipo Ruaj Elisa Estévez aborda la cuestión de las “Comunidades que disciernen en común”, no siempre consiguiendo llegar a consensos, pero en todo caso sí avanzando hacia la construcción del nosotras y nosotros. Finalmente, antes de la clausura a cargo de Rosa Ruiz Aragoneses (responsable del Departamento de Investigación del Centro Humanizar y directora de la revista homónima de la congregación de los Religiosos Camilos), se abordan diversas cuestiones prácticas: la “Economía del bien común” (María del Mar Palacios, administradora general de la Institución Teresiana), la “Gestión colaborativa en red (Cristian Figueroa, fundador de tejeRedes.net) y “Acompañándose en la vulnerabilidad: los cuidados en personas migrantes y personas mayores” (Arancha García del Soto, coordinadora técnica del Grupo Social UNATE).

Se trata de un “libro que nos hace bailar al estilo trinitario y que tiene mucho de Espíritu, desde la primera a la última página, dijo en la presentación la enfermera del Hospital Ramón y Cajal de Madrid Marta López, profesora también del Máster Universitario en Bioética de la Universidad Pontificia Comillas. Desde su experiencia diaria, afirma, “somos imágenes del Dios de los encuentros”, un “Dios afectado e impactado”, frente a cierta visión de un “Dios impasible” y distante. “Acompañar -añadió- reclama personas abiertas, disconformes, dispuestas a ser removidas por todas las estructuras que nos rodean”. Todo ello, inevitablemente, implica asumir riesgos. De entrada, “cuando nos abrimos, el otro puede entrar, asomarse. Y eso nos hace vulnerables”.

Hay en todo ello una cierta “mística del nosotros” que en absoluto es exclusiva de los cristianos, sino que se trata de “una preocupación que está presente en muchos foros civiles”. Así lo valoró Roberto Noriega, profesor del Centro Teológico San Agustín, para quien “es bueno reconocer” que compartimos inquietudes con personas ajenas a la Iglesia. “No somos un foro pequeñito, sino que compartimos un movimiento en el lado bueno de la historia con muchísimas personas” de diversas procedencias e inquietudes, abundó.

Este libro, decididamente, no se decanta por la opción del francotirador. Tampoco por la de la tribu que se repliega en su estrecho círculo, la tribu de los que “nos vamos a salvar, los que vamos a Misa los domingos”. La propuesta consiste más bien en “salir de nosotros y nosotras mismas, y buscar un bien común más amplio para todas y todos”. En este proceso, no hay cabida al miedo a los “auditores externos” que nos ayudan a que “nuestras instituciones sean más justas”. Ni mucho menos a la apertura a “construir el nosotros” con las personas más vulnerables, las que supuestamente no tienen nada que aportar a la sociedad”, pero que, en realidad, “tienen muchas lecciones que darnos”.

Y lo más difícil de todo, añadió Roberto Noriega: “Construir el nosotros y nosotras significa tomar conciencia de las resistencias de los egos. Es la paradoja del ser humano: cada mañana tengo que dar la gracias a medio mundo por la ducha que puedo darme, por el café que me preparo…”. Somos seres profundamente dependientes del resto, pero “después el ego nos lleva a pretender imponernos al resto”, abrazados a la convicción de que “esta idea mía es mejor que la de nadie”. Y tal vez lo sea. O quizá, en realidad, no… En todo caso -advirtió-, “cuidado con los egos a la hora de construir el nosotros”.

Fecha

mayo 25, 2025

Categoría

Nacional