¿Cuáles son los irrenunciables de una institución que, en breve, celebrará 200 años al servicio de la educación? ¿Cómo se activa el propósito educativo con los retos del mañana? Cerca de trescientos miembros de los equipos directivos de las 39 escuelas Vedruna de Catalunya han reflexionado sobre estas cuestiones en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, en un acto celebrado el 22 de febrero.
Acompañados de equipos de la Fundación, miembros del patronato y hermanas de la congregación de las Carmelitas de la Caridad Vedruna, celebraron una jornada de formación institucional bajo el título ‘Del poso al propósito. Aportación Vedruna a la educación”. Los participantes recordaron el legado de Joaquina de Vedruna en el marco de los actos de celebración de los 200 años de la congregación. En el recibidor de la Sala Teatro del CCCB se expuso por primera vez un bosque de tótems, en el que cada escuela plasmó lo más destacado de su historia.
«En esta casa Joaquima llevó a cabo tres de sus grandes sueños: acoger y atender a las personas pobres, prestar atención sanitaria y, a la vez, educar», recordó la hermana Montserrat Espinalt, haciendo referencia al espacio del CCCB, antigua Casa de Caridad, y a los tres ámbitos a los que se dedicó la fundadora de la congregación.
La hermana Mabel Burgell y el maestro y profesor Ramon Rial, autores del libro “Viure anys i durar segles”, recordaron el carácter pionero y emprendedor de Joaquina de Vedruna, tanto por su apuesta por la educación de las niñas, como por su capacidad de colaboración con las Administraciones de la época.
Ambos presentaron también la nueva Ruta de la presencia Vedruna en Barcelona, editada en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, que recorre los sitios del casco antiguo de la ciudad testigos de la vida de Joaquina. Desde la antigua Casa de Caridad (hoy CCCB), pasando por Vedruna Àngels y la Casa de Infantes Huérfanos, Santa Maria del Pi y pasando también por los espacios de memoria viva, como las escuelas Vedruna Inmaculada y Gràcia de Barcelona, o allí donde se puede encontrar alguna imagen o elemento histórico, como la Sagrada Familia o el mundo.
La aportación de Vedruna a la educación del país
El legado en el mundo educativo fue el eje central de la jornada. Varias personalidades del mundo de la cultura, la filosofía, la pedagogía y la política reflexionaron sobre los retos de la escuela hoy y sobre la aportación concreta del estilo educativo Vedruna. El filósofo Josep Maria Esquirol describió el gesto genuino de la escuela y reconoció que «las escuelas de las hermanas Vedruna han sido testigo de personas que aman a los demás, de personas que celebran las cosas bellas del mundo y de personas que esperan un poco más de sentido».
Por su parte, el escritor y poeta Lluís Calvo reivindicó el carácter dinámico de la tradición. En una sociedad que se caracteriza por la aceleración, la indiferencia y la amnesia, se preguntó: «¿Cómo trabajar los orígenes?». Y resaltó valores como la perseverancia, la creatividad, la innovación y la dimensión comunitaria para evitar la tradición quede «fosilizada».
La pedagoga Anna Jolonch, directora de LID Barcelona, describió un contexto de guerra en Europa, de cambio climático, de desafíos tecnológicos y de malos resultados en el conjunto del sistema educativo. «No tenemos ningún derecho a desanimarnos, quienes trabajamos en educación somos responsables del futuro», insistió. Y defendió la capacitación de docentes y alumnos, el liderazgo colaborativo y los proyectos compartidos. Como el Proyecto Educativo Vedruna, que relacionó con «la pedagogía de la esperanza».
Una institución al servicio de la sociedad
En el espacio de diálogo, el director general de Centros Concertados y Privados del Departamento de Educación, Francesc Xavier Güell; la secretaria general de la Fundación Escuela Cristiana de Cataluña, Meritxell Ruiz; y el presidente de la Sociedad Catalana de Pedagogía, Josep Serentill, han coincidido con que hoy sigue teniendo sentido la escuela de iniciativa social. Entre otras razones y como parte del Servicio de Educación de Cataluña, para que la oferta sea diversa y plural, porque es una fórmula que promueve la implicación ciudadana y, en el caso concreto de la escuela cristiana, para brindar a los alumnos “un relato de sentido”, que proponga la confianza y la vida en comunidad como alternativa al egoísmo y la indiferencia, más extendidos.
«Queremos ser una institución, una red de escuelas, que se pone al servicio de la sociedad», dijo el director general de las escuelas Vedruna, Josep Closa. El acto concluyó con esa declaración institucional. De forma colegiada, el equipo de gestión de la Fundación Vedruna Catalunya Educació desgranó diez ideas de futuro para seguir haciendo de Vedruna una institución de referencia en la educación de nuestro país: transformación, identidad, país, escuela cristiana, diversidad, calidad, aprendizajes, formación a lo largo de la vida, comunidad y servicio.
La jornada dio así el pistoletazo de salida a la formación institucional que servirá para actualizar el Proyecto Educativo Vedruna. Será un proceso participativo que implicará a toda la comunidad educativa de la red Vedruna. Se ha previsto un trabajo de reflexión compartida, que se prolongará desde el 1 de marzo hasta finales de año, y que incluirá las voces de docentes, alumnos, familias y profesionales que trabajan en las escuelas.
Podéis recuperar aquí vídeos con las intervenciones de la jornada [en catalán], que contó con el acompañamiento musical del grupo Combo, formado por alumnos de la escuela Vedruna Gràcia.
Fundació Vedruna Catalunya Educació