Los días 8 y 9 de febrero tuvo lugar en el Centro Vedruna de Valladolid el primer encuentro de Animadoras de Comunidades del curso, convocado por el Equipo Provincial.
En el saludo-presentación, Mª Gracia recordó las motivaciones para celebrar este encuentro: responder a la necesidad y deseo de hacer un acompañamiento comunitario a las personas que tienen la función de animar la vida y misión de las comunidades y con ello ofrecer una formación continua y adaptada a los nuevos retos, según se indica en la segunda prioridad recogida para el presente trienio.
El canto No nos detengamos, volemos a la montaña más alta, nos introdujo en clima de oración y apertura al avivar el sentido de convocación y la conciencia de ser comunidades, puede que frágiles, pero habitadas por el Espíritu.

La exposición de Lola Arrieta nos ayudó a descubrir condiciones de posibilidad repensando las Estructuras mentales flexibles y abiertas y nos ofreció algunas claves relacionales. Con un lenguaje sencillo y sugerente ahondó en el significado de unas estructuras flexibles y la importancia que tiene en nuestra forma de actuar y de tomar decisiones la interpretación que hagamos de lo que percibimos.
Por otra parte, las estructuras mentales desempeñan un importante papel a la hora de desarrollar el pensamiento, la inteligencia y la voluntad. En todo ello tiene un papel fundamental la “inteligencia del corazón” para descubrir lo que hay de intolerable en la realidad, pero sobre todo para saber situarse con estructuras flexibles ante lo intolerable.
En el diálogo que fue surgiendo se descubría la importancia de repensar significaciones y de desarrollar un pensamiento crítico, sin dar por válidas todas las informaciones que nos llegan de múltiples formas.
En un segundo momento de la reflexión, tratamos de profundizar en cómo se configuran las estructuras mentales a partir del proceso de socialización, al que seguiría un proceso de personalización; de ahí la importancia de ir haciendo una actualización de la propia identidad -examen de identidad-, a lo largo de la vida: qué idea tengo de mí, qué me funciona, cómo vamos interpretando el mundo, qué herramienta utilizo para afrontar situaciones difíciles o complicadas, qué me va aportando la vida, qué postura voy tomando ante ello. Pararse a pensar que lleva consigo un acto de conocer, no solamente de acumular, es imprescindible. Poner palabra a lo que pasa, hacer un ejercicio de autocomprensión, es el camino.
El trabajo de los grupos por la tarde fue un auténtico regalo y una profunda experiencia de comunión, compartiendo los relatos de nuestras vivencias en este proceso de crecimiento personal.

La mañana del domingo, acompañadas por Teo Corral, hicimos una auténtica travesía con Jesús de Nazaret, por la orilla del lago de Genesaret en ocho momentos, en los que nos aproximamos a su estructura mental según se desprende de los gestos y palabras que nos ofrece Marcos en su evangelio.
Mucha riqueza, que habrá que ir saboreando en una contemplación serena y reposada en muchos de nuestros ratos de oración personal y comunitaria, para seguir creciendo en ese proceso de identificación con Él.
Llegamos al final del encuentro donde la mejor expresión de lo vivido se recogía en las palabras que como una sola voz salían de nuestros corazones agradecidos: COMUNION- PERDÓN- GRACIAS- COMPROMISO. Con la alegría del encuentro y el deseo de traducir en compromiso tanta riqueza compartida, nos despedimos hasta el próximo encuentro a finales de mayo.
Concha Rodríguez Peña, ccv