Cada día, miles de personas dejan este mundo y empiezan lo que llamamos vida eterna. Todas ellas han dejado su huella, algunas más visibles, otras imperceptibles, pero todas la dejan. El paso de hermana Carme por esta vida podríamos decir que ha sido discreto, sencillo, a la sombra. No le gustaba sobresalir ni ser protagonista de nada. Siempre que le dedicaban un homenaje se apresuraba a decir que todo era gracias a las personas que lo acompañaban. La última etapa de la vida de Carme ha transcurrido en la casa de Santa Joaquima de Caldes de Malavella y lo ha vivido del mismo modo que había vivido sus anteriores destinos.
Fue en los años 80, en Granollers, dónde ella comenzó con un grupito de niñas a cantar en las celebraciones litúrgicas. Este grupo fue creciendo hasta convertirse en una gran coral, “L’Albada” y en una de más pequeños, “Sol Ixent” en la se preparaban los más pequeños hasta entrar en la de los mayores (llegaron a ser 75 cantores chicos y chicas). Se adhirieron a la federación internacional de ”Pueri Cantores” con el lema “Que todos los niños del mundo canten la paz de Dios” y una de las finalidades es la animación de las celebraciones litúrgicas con el canto.

Hace pocos días Carme nos dejó, a la edad de 99 años. Los cantores actuales y ex cantores de las corales propusieron celebrar en Granollers una la Eucaristía en memoria suya que se hizo realidad el 14 de julio. Así, un lunes de verano a las 8 de la tarde, los actuales cantores vestidos con túnicas y los antiguos con blusa blanca, hicieron estallar los sonidos de canciones significativas, con intensidad y emoción, agradeciendo todo lo que habían recibido de hermana Carme y expresando con palabras y gestos que su huella es profunda, y que, como dijo Mn. Blai en el sermón “ella, que tenía muy poca voz pero mucha música, nos ha dejado un tapiz multicolor de los recuerdos de una personalidad de apariencia insignificante que influyó poderosamente en la pedagogía, el canto y la vocación a la vida cristiana de muchas personas. A todos quienes nos enriqueció su generosa amistad nos hará bien retornar a la mina de aquel tiempo y desempolvar las piedras preciosas que la hermana Carme puso a nuestro alcance”.
Además de los sesenta y pico de cantores, la parroquia de San Esteve de Granollers se llenó de familiares de la hermana Carme, representantes de las juntas antiguas y de las actuales, el presidente y el consiliario de la Federación Catalana de Pueri Cantores, familiares de los cantores y amigos. También estábamos un pequeño grupo de hermanas Vedruna que habíamos convivido y acompañado a la hermana Carme.
Gracias, Carme por tu huella. Demos gracias a Dios por ella.
Pilar Casanova,
Carmelita de la Caritat Vedruna de Caldes de Malavella
Parroquia de Sant esteve de Granollers, 14 de julio de 2025