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Jóvenes Vedruna en el Jubileo de la Esperanza: «Esta semana me he sentido viva»

Jóvenes Vedruna en el Jubileo de la Esperanza: «Esta semana me he sentido viva»

El Jubileo de los Jóvenes 2025 en Roma ha sido mucho más que un viaje, ha sido un encuentro con Dios, con la Iglesia y con la gran familia Vedruna. Jóvenes de distintos lugares se unieron para peregrinar con un mismo sueño en el corazón: vivir y compartir la esperanza. Entre oraciones, momentos de convivencia, cansancio y alegría, cada uno volvió a casa con la certeza de que la fe se multiplica cuando se vive en comunidad y en familia Vedruna.

En cada palabra, en cada recuerdo y en cada gesto narrado se percibe que este Jubileo ha sido un regalo que seguirá dando fruto. Roma fue testigo de la fuerza de la fe joven y de la alegría de saberse amados por Dios. La experiencia vivida nos recuerda que la esperanza no es un simple sentimiento, sino un camino que se recorre juntos, sosteniéndose unos a otros y apuntando siempre hacia lo alto. Como familia Vedruna, damos gracias por lo vivido y seguimos caminando, seguros de que “la esperanza no defrauda” y que el amor de Cristo es el verdadero motor de nuestras vidas.

Estos testimonios recogen voces, emociones y aprendizajes de quienes dejaron que el buen Jesús marcara sus pasos por las calles de Roma:

 

“Somos el futuro”

 

Dios nos regaló una experiencia maravillosa con personas con grandes corazones. ¡Qué bonito era Roma llena de esperanza! Los jóvenes somos el futuro lleno de paz. No nos cansemos de entregar amor a los demás. Siempre Vedruna.

Manuel Jiménez (San Fernando)

A mí me ha gustado ir ya que es algo nuevo para mí y ha sido una experiencia increíble sobre todo si es con ustedes.

Lucía Villanego (Puerto Real)

 

“¿Qué es esa esperanza por la que hemos peregrinado a Roma?”

 

«Somos peregrinos de esperanza», fue lo primero que escuchamos en el primer encuentro antes de partir hacia Roma todos juntos. ¡Sabíamos que iba a ser una semana dura, y madre mía si lo fue! Estamos cansados, pero cansados de disfrutar del amor de Dios, es ese cansancio bueno, del que te puedes sentir orgulloso/a, porque sabes que en el fondo lo estas disfrutando y no te importa seguir hacia adelante.

Esta semana me he sentido viva, viva de poder compartir mi fe, viva de sentirme acompañada todo el tiempo, me vuelvo a casa con el corazón llenito. Es una bendición enorme haber podido vivir esto junto a tanta gente y sentirme así de ilusionada, agradecida y en paz, sobre todo. Las horas de oración en silencio eran un regalo. Ha sido muy gratificante poder estar rodeada de jóvenes compartiendo lo mismo y sobre todo representando la esperanza que tanto nos ha definido durante esta semana.

«Dios nos llama a cada uno/a, y somos llamados porque somos amados tal y como somos. En la Iglesia hay espacio para todos. Nadie sobra», nos dijo el Papa Francisco hace dos años en la JMJ. Él nos invitó a todos a vivir este Jubileo para que nos diésemos cuenta de que nadie sobra, todos somos bienvenidos a compartir la fe de la Iglesia y a permanecer cerca de Dios, abrazar el amor de Jesús y hacer el bien a los demás.

Pero después de todo esto uno se pregunta, ¿y qué es la esperanza? ¿Qué es esa esperanza por la que hemos peregrinado todos hacia Roma? Pues ha sido el motor que nos ha impulsado en este viaje, ha sido la motivación para mantener una actitud positiva en todo momento y para disfrutar de absolutamente todo el tiempo juntos. La esperanza ha sido un sueño que nos ha movido a todos hacia el mismo lugar con el mismo objetivo, compartir.

Qué bonito es el amor de Dios, y qué bonito es disfrutar de esto siempre en familia, gracias, por tanto, Familia Vedruna.

Cristina López (Villafranca)

“Una gran oportunidad para acercarme a Dios”

 

Para mí está experiencia con la familia Vedruna me ha parecido una gran oportunidad para acercarme más a Dios, conocer a grandes personas y vivir la Fe en comunidad. Es la primera vez que vengo con Vedruna y me ha encantado, me he sentido como en casa desde el primer día, en familia. Las hermanas Carmelitas en Roma nos atendieron especialmente bien, siempre pendientes, con pequeños detalles; empezado por su simpatía y terminando por habernos dado el desayuno. Me siento muy agradecida.

Por otro lado, esta peregrinación ha sido la mejor que he vivido hasta hoy con diferencia.

Me he dado cuenta de la verdadera felicidad: estar desconectada de toda red social y fijarme en el regalo que tengo al lado; esas risas con personas que había conocido hacía menos de una semana.

Ha sido increíble ver Roma llena de jóvenes que perseguían el mismo camino: a Dios.

Teresa Millares (Sevilla)

“Una experiencia de fe”

 

Siento algo especial cada vez que me junto con vosotros, mi familia Vedruna. Me siento tan afortunada de haber podido vivir este Jubileo, aunque al principio todo era inquietudes, íbamos sin responsable, sin referentes, con miedo. Pero al llegar nos encontramos con la suerte de que teníamos a unas monitoras que se preocupaban por nosotras encontré en ellas un refugio; nos han hecho vivir la experiencia al máximo en cada momento dándonos su mano y su apoyo en todo. En los momentos de oración, todo era tranquilidad, relajación, fe dentro del caos que nos rodea constantemente.

No puedo estar más agradecida de poder cada día aprender más y acercarme más a Dios. Es muy bonito juntarse con gente con las mismas ideas y todos a una, orando y agradeciéndole.

El Jubileo me ha enseñado tantas cosas… principalmente, a valorar las cosas del día cotidiano, aquellas que mucha gente vive sin ellas, a vivir sin móvil, ese que tantas veces nos quita la paz y nos aleja de Dios. A apreciar las amistades, las que no vemos a menudo, pero sabemos cuidarlas. Y lo más importante a encontrar la presencia de Dios en todo lo que nos rodea, a vivir con Él porque sin Él nada existe. Como el Papa León dice: “Nosotros hemos sido elegidos, somos fruto de un amor que nos ha querido. Tenemos el objetivo de proclamar y llevar a todos la palabra de Dios”. Porque, en mi experiencia, Dios es ese hilo que siempre está, te sostiene cuando lo necesitas y te balancea cuando no. Cuando encuentras el verdadero amor de Dios, todo cambia.

El jubileo ha sido una experiencia de evolución, cambio, aprendizaje y fe.

María José Mancera (Villafranca)

“Una experiencia que nunca olvidaré”

 

El Jubileo de los Jóvenes 2025 ha sido una experiencia que nunca olvidaré. Lo primero, debemos dar gracias a Dios por todo lo que nos llevamos en el corazón, porque todo lo hacemos por Él y para Él. Hemos vivido tantos momentos de oración, de encuentro, de alegría, de cansancio y de tantos sentimientos que no puedo describir. Habernos podido reunir con el papá León XIV ha sido increíble. El momento de tenerlo justo delante pasando con el papamóvil: ¡eso no se borrará de nuestras retinas! Además, vivirlo con la Familia Vedruna ha hecho que todo se multiplique por mil: sentirnos acogidos y unidos por un mismo sentimiento, en definitiva, sentirnos familia.

Eder Esteban (Madrid)

“No hay vida plena sin Cristo”

 

Vuelvo de Roma con los pies hinchados de tanto bus, con el pelo seco de tanto sol… Pero si hay algo con lo que vengo es con el corazón lleno. Lleno de esperanza de que no somos las únicas locas que siguen a Jesús, sino que somos muchos cientos de miles de jóvenes los que vivimos en Cristo y los que de verdad encontramos un sentido a ello. Los que lo sentimos en nuestros corazones. Los que nos sentimos amados por Él.

Si hay algo por lo que siempre doy gracias es porque el Señor me haya concedido el don y la gracia de tener fe. Una Fe que puedo compartir con vosotras, de manera, libre, plena y con un verdadero sentido de ser: Él. La verdad felicidad está en Él, en Él y en María. Y yo, tengo la suerte de poder verlos a través de vosotras. ¡Y qué lujazo!

Me impresionó muchísimo ver a tantísimos jóvenes de rodillas y en silencio ante Él. Solo por y para Él. En un mundo donde todo es rápido, fugaz, instantáneo e insignificante, solo Él es capaz de pararlo todo y que lo verdaderamente importante siga siendo el centro.

Cómo decía san Juan Pablo II hay que volver a defender la verdad, aunque volvamos a ser doce, y a la vista está que somos unos cuantos más.

Nunca encontré tanto sentido a la frase: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” hasta hoy. Resume a la perfección todo: No hay vida plena sin Cristo, no hay Felicidad sin Él y no hay vida si no es por Él.

Y es que como decía el Papa León XIV en la vigilia: es a Jesús a quien sueñas cuando buscas la felicidad. Y qué verdad. Estamos llamados a algo mucho más, como decía el Papa, a no quedarnos en lo superficial, en lo banal. Estamos llamados a aspirar al Cielo, a vivir en Cristo.

Y es que, una vez más, parafraseando al Papa:  “¡”ncontramos la felicidad cuando damos la vida por otros, y qué verdad!”. Como decía la gran Madre Teresa de Calcuta: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Y es en esa entrega sincera vuestra por los demás donde los veo a ellos: a Jesús y a María. En esa sonrisa amable, en ese abrazo sincero, y en esas ganas de ayudar a los demás, es donde se ve que los dos están con vosotras.

Así que ya saben: La Esperanza no defrauda. Todos los que creen no están solos.

Os quiere Con Toda El Alma una Cartagena con ganas de llegar a casa

Carmen Bouve (Cartagena)

Fecha

agosto 13, 2025

Categoría

Jovenes