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La Ruta del Exilio se consolida como experiencia inmersiva para jóvenes en el carisma Vedruna

La Ruta del Exilio se consolida como experiencia inmersiva para jóvenes en el carisma Vedruna

Por segundo año consecutivo, la Ruta del Exilio ha sido una de las principales propuestas del Verano Vedruna. Han participado chicas y chicos de Catalunya y Cádiz, que posteriormente visitaron Vic junto a jóvenes Vedruna voluntarios en JoVic.

En la primavera de 2020, cuando la vida cotidiana empezaba a recuperar lenta y tímidamente la normalidad, Miquel Codina se lanzaba a explorar la ruta por la que, en la noche del 3 al 4 de julio de 1840, Joaquina y 14 hermanas huyeron precipitadamente al exilio. El inicio de la Ruta se sitúa en Berga (Barcelona). En la tercera jornada se alcanza la meta, Osséja, ya en Francia, desde donde Joaquina y las demás hermanas continuarían viaje hasta Prada de Conflent donde recuperarían fuerzas durante una semana y luego a Perpiñán, donde permanecerían durante tres años.

Codina (en primer plano en la foto), profesor de Vedruna Balaguer y miembro del equipo de pastoral de la Fundació Vedruna Catalunya Educació, pudo reconstruir el itinerario a partir de los escritos que dejaron aquellas hermanas. Tuvo también que dedicar muchas horas al estudio de los mapas y echar mano de la lógica -y de su experiencia como senderista- para reconstruir los huecos informativos que quedaban.

La primera etapa y la segunda (Berga- Guardiola de Berguedà- Castellar de N’Hug se adentran en los Pirineos siguiendo el cauce del río Llobregat, lo que se conoce hoy como el Camino del Llobregat (ruta senderista GR 270). La tercera etapa, algo más exigente, toma la llamada Ruta de los Contrabandistas para cruzar a Francia.

Son, de media, unos 25 kilómetros diarios, con un desnivel por etapa de aproximadamente 1.000 metros. El recorrido requiere un mínimo de forma física, pero nada extraordinario. Miquel Codina comprendió de inmediato que podría tratarse de un formidable recurso para la pastoral Vedruna.

El tiempo le ha dado la razón. Este verano, por segundo año consecutivo, la Ruta del Exilio ha sido una de las actividades propuestas en los Veranos Vedruna. En total, han participado 23 chicos y chicas, la mayoría de 1º de Bachillerato, procedentes de escuelas de las dos fundaciones Vedruna: Balaguer, Sabadell y Vilafranca (Fundació Vedruna Catalunya Educació), junto a jóvenes de San Fernando y Cartagena (Fundación Vedruna Educación). Con ellos, además de Miquel Codina, han participado otros dos profesores voluntarios: Marta Prades vino desde Cartagena, en Murcia, y Emilio Rodríguez, de San Fernando (Cádiz). Completando la expedición, se desplazó una  furgoneta para prestar apoyo al grupo y para proporcionar transporte a quien pueda necesitarlo en algún momento determinado.

Compartir el camino

La experiencia ha resultado, en general, muy satisfactoria. “Es compartir camino, es adentrarse en la vida de Joaquina; es tomar conciencia de que el exilio es una realidad ahora mismo para millones de personas, una forma de ayudarles a empatizar. Marca la dureza del camino, la dureza de la montaña, las privaciones del alojamiento… Al principio, es verdad que a veces alguno se queja. Al final, todas y todos comprenden que la Ruta de Joaquina no podría ser de otra manera que como está planteada: muy austera”.

La ocasión es inmejorable para adentrarse en la vida y carisma de Joaquina, añade Miquel Codina. También para que se conozcan y tomen conciencia de grupo jóvenes de distintos lugares que se han educado en ese mismo carisma y que, en el camino, descubren que hay mucho en común en sus formas de ver la vida.

Estos objetivos se vieron este verano doblemente cumplidos, con la secuela de una etapa adicional en Vic, en compañía de las chicas y chicos participantes en el campamento de voluntariado del JoVic. Con la guía de Toni Ortega, del equipo de Pastoral de la Fundació Vedruna Catalunya Educació, visitaron los lugares Vedruna más emblemáticos de la ciudad,      y compartieron un coloquio con Mabel Burgell, coautora junto a Ramon Rial del libro “Viure anys i durar segles”.

“Merece la pena”

A medida en que, poco a poco, se va consolidando la Ruta del Exilio como referente para la Familia Vedruna, Miquel Codina considera factible organizar convocatorias en diferentes momentos del año, especialmente para jóvenes, pero también para el profesorado y para otras personas interesadas. Incluso se podrían organizar eventos de tipo deportivo, sugiere.

Para una peregrinación, eso sí, el techo está en un número máximo de 25 o 30 personas por grupo. Son las que resulta posible albergar en los recursos ofrecidos por los municipios de la ruta, sin cuya colaboración -resalta- la iniciativa resultaría inviable.

Insustituible también a día de hoy resulta el trabajo voluntario de las profesoras y profesores que acompañan durante estos días a los jóvenes, que no solo dan sentido pedagógico y pastoral a la Ruta del Exilio, sino que se encargan de resolver todas las dificultades prácticas y logísticas. Sin olvidar el apoyo económico de las dos fundaciones para evitar que la actividad suponga un desembolso excesivo para las familias. Son esfuerzos que se hacen -explica Miquel Codina- desde la convicción de que “merece la pena facilitar que los jóvenes puedan vivir esta experiencia”.

Fecha

julio 29, 2025

Categoría

Proyecto Escuelas Vedruna