Cerca de la celebración de los 199 años de la Fundación de la familia Vedruna, desde el equipo de coordinación de la Red SEL (Salud, Educación Social y Liberación) queremos felicitarnos y animarnos a “Hacer el bien confiando que el Señor nos dará su luz para acertar y los medios que necesitamos” (Joaquina de Vedruna).
Sabemos que detrás de todo PROYECTO tiene que haber una persona o un grupo que lo haga posible, que se lo crea, que confíe y apueste decididamente por él. En este caso concreto, la primera que apuesta por este proyecto es Joaquina de Vedruna, pero, como es lógico, mantenerlo durante tanto tiempo ha sido y es también tarea de muchísimas personas.
¿Pero, cuál fue el PROYECTO de Joaquina de Vedruna hace 199 años? ¿Qué pretendía? Algo muy ambicioso: ni más ni menos que los más desfavorecidos gozaran de una OPORTUNIDAD que la realidad del momento les negaba. Deseaba que las niñas de aquella época (principios del XIX) pudieran EDUCARSE y que los más enfermos, los desahuciados, tuvieran un lugar donde estar y recibir tratamiento médico.
Impulsar un PROYECTO de tal magnitud no era una tarea fácil, pero si añadimos que se trataba de una MUJER, la dificultad aumentaba exponencialmente. Pero no por ello Joaquina desistirá, sino que las dificultades las va a encarar con toda la energía que le queda creando treinta comunidades religiosas hasta el día de su muerte, comunidades que se multiplicarán posteriormente por todo el mundo defendiendo y revitalizando un PROYECTO que se ha mantenido vivo durante todo este tiempo gracias al trabajo de muchísimas personas.
Para que un deseo se convierta en realidad hace falta creer ciegamente en él e impulsarlo con convicción. Ese fue el papel de Joaquina y eso es lo que celebramos en esta semana: que Santa Joaquina, una mujer que podía haber pasado desapercibida, con valentía, fe y lucidez, pasa a la historia de la humanidad. Nuestro deseo es que vivamos con la alegría de sabernos miembros de una familia y de un Proyecto Esperanzador.
Inma Gala,Toni Alcaraz, Sanae El Bayad, Juani Loro,M. Rosa Magrinyà