Las comunidades de las Hermanas del Verbo Encarnado en Estados Unidos ven en Teresita un ejemplo de devoción a María y un modelo de santidad cercano para las jóvenes de sus grupos parroquiales.
La tumba de la venerable Teresita González Quevedo fue el final de la peregrinación de unas 80 jóvenes estadounidenses, recién llegadas de Lisboa, donde habían participado el día anterior en la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud.
Todas ellas pertenecen a diferentes grupos parroquiales coordinados por las Hermanas del Verbo Encarnado en EE.UU., en los estados de California, Texas, Washington D.C., Pensilvania, Alaska y Minnesota. En este último estado, una de las comunidades de la congregación ha nombrado copatrona a Teresita, tras haber conocido la historia de la joven religiosa Vedruna a través del libro “Mary was her life: The Story of a Nun, Sister Maria Teresa Quevedo 1930-1950” (María fue su vida: la historia de una monja, la hermana María Teresa Quevedo 1930-1950), publicado en 1960 en EE.UU. por la religiosa Mary Pierre, de las Hermanas de la Misericordia.
“Nosotras tenemos un cuarto voto de esclavitud mariana, y vemos en Teresita un ejemplo de cómo vivirlo”, explicaba la madre Estrella de la Evangelización, una de las religiosas que acompañaban al grupo de jóvenes, durante la visita al antiguo noviciado en Madrid de las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna, hoy sede de la Provincia Europa.
Ante la tumba de Teresita, donde está escrito su lema: «Madre Mía, que quien me mire, te vea”.
Una santa “normal” y cercana
El grupo de chicas llegó a Europa, concretamente a París, el 25 de julio. Antes de viajar a Lisboa a encontrarse con el Papa, visitaron Lourdes, la basílica de san Luis de Montfort, el convento de los Jacobinos de Toulouse (donde está enterrado santo Tomás de Aquino) y Santiago de Compostela. En contraste, la visita a Teresita representaba para las jóvenes un ejemplo de santidad mucho más cercano en el tiempo y en edad, explica la religiosa estadounidense. “Ese ejemplo de una vida normal, pero completamente entregada a la Virgen, es lo que hemos querido trasladar a nuestras jóvenes”, asegura.
Esa “normalidad” fue también la nota destacada por Carmen Navarro, secretaria del Equipo Provincial de Europa, quien hizo una breve reseña de la vida de Teresita. “Fue una joven de su tiempo que vivió como joven de su tiempo”, dijo. Lo que sí notaba mucho en ella era “la devoción y el amor a María”, plasmada en su lema: “Madre Mía, que quien me mire, te vea”.
Carmen Navarro habla sobre la figura de Teresita
Miles de personas hoy en todo el mundo acuden hoy a Teresita en búsqueda de intercesión, viendo en ella un modelo plenamente actual de devoción mariana. “Hay miles de milagros, aunque no estén firmados por un médico: enfermedades, situaciones vitales difíciles… ¡Miles! No paran de llamar, escribirnos y visitarnos desde todas las partes del mundo”, independientemente de que la causa de canonización avance más o menos rápido. “Nosotras pensamos que Teresita no quiere se santa de título”, les contó Carmen Navarro a las visitantes norteamericanas. Más bien, “es una santa popular. La prueba es toda esa gente que acude a ella, buscando su intercesión a Jesús por María”.