Vedruna ha acompañado el lanzamiento de la Conferencia de Vida Consagrada en Marruecos (COVICOMA). Dos delegadas de la Provincia Europa, Felisa Rodríguez y Mª Elisa Bastardo, fueron testigos de “cómo el Espíritu va abriendo caminos desde la minoridad de esta Iglesia, invitándonos a ser testigos del Evangelio en medio del pueblo musulmán”, aseguran las dos religiosas a su regreso.
La vida religiosa, afirman, aporta un “testimonio evangélico en medio de esa realidad mayoritariamente musulmana, posibilitando así el diálogo interreligioso”, añaden, citando al cardenal de Rabat, el salesiano Cristóbal López, para quien esta Iglesia local, volcada en el diálogo con el islam, es “una iglesia apasionada y apasionante”.
En ese clima de diálogo, la Vida Religiosa «aporta palabra, gestos, actitudes…” Ayuda a “encontrar sentido y gusto a la vida”, a “saber prolongar el amor de Dios en esta tierra. Y entre todos y todas, llevar la misión, los proyectos en comunión, en sinodalidad, con dinamismo e ilusión. En presencias de pura gratuidad. Arropándose, aunque cada uno con su estilo y todos colaborando en buena armonía trabajando por el Reino, con protagonismo y compromiso de los laicos, particularmente las mujeres y los jóvenes”.
Se trata de una Iglesia con notable presencia de religiosas y religiosos, en la que Vedruna está presente por medio de su comunidad en Tánger. Inma Gala, perteneciente a esta comunidad, es delegada de Vida Religiosa en Tánger, y anteriormente lo fue de Migraciones. Tanto desde esta diócesis como desde la de Tánger, se trabajaba desde hace tiempo en la constitución de una conferencia de religiosos, proyectos que finalmente han confluido en COVICOMA.
La constitución, en el centro de acogida Nuestra Señora de la Paz de Rabat, contó con representación de 28 instituciones religiosas, incluidos miembros de los tres monasterios cristianos que hay en el país, además del nuncio y de los dos arzobispos de Marruecos, el franciscano Emilio Rocha y el cardenal Cristóbal López, ambos españoles.