Ojalá en la Iglesia demos los cambios necesarios para que la igualdad varón-mujer sea pronto una realidad en ella. Este tiempo sinodal, lanzado por el Papa Francisco, es el tiempo favorable
Hace unas semanas celebramos la asamblea de Alcem la Veu, una coordinadora de mujeres creyentes y feministas de diferentes diócesis catalanas que denunciamos la discriminación y la vulneración de nuestros derechos en la Iglesia católica, y advocamos por una institución en la cual las voces de las mujeres cuenten, participen y lideren en las mismas condiciones que los hombres.
Dos eran los objetivos de este encuentro: Por una parte, hacer nuestra aportación en el trabajo que se ha emprendido a nivel mundial en lo que se ha llamado “Sínodo de las mujeres” que se celebra a lo largo de todo este año. Son diversos los grupos de mujeres católicas en el mundo que estamos participando en esta propuesta del Catholic Women Council.
El encuentro ha sido fructífero, participativo, haciendo experiencia sinodal, caminando juntas en plan de igualdad. Nos comprometemos a compartir e implicar a muchas más mujeres en este evento.
Por otra parte, se trataba de vislumbrar cómo podía ser el acto público de Alcem la Veu que, como ya venimos haciendo, llevaremos a cabo delante de la catedral el domingo 6 de marzo, Día internacional de la mujer.
Ojalá en la Iglesia demos los cambios necesarios para que la igualdad varón-mujer sea pronto una realidad en ella. Este tiempo sinodal, lanzado por el Papa Francisco, es el tiempo favorable para ello, el Kairós que el Espíritu suscita para dar pasos adelante de reconocimiento e igualdad en nuestra Iglesia. Iglesia que deseamos más evangélica, más sencilla, más abierta, lugar en el que tod@s y especialmente l@s más desfavorecid@s encuentren menos ropajes, menos ritos y más calor de hogar.
Carme Molist