El 26 de diciembre arranca la novena edición de Monte Carmelo, un programa de formación de Ruaj para el acompañamiento pastoral y social a jóvenes de tres años de duración. Su coordinador, Guenther Boelhof, habla del acompañante como un mediador que “regala preguntas facilitadoras que ayuden al bien vivir, a hacer proceso, a vivir con propósito, desde un enfoque integral del acompañamiento espiritual”.
Cerca de 400 personas, “de todas las edades y procedencias”, han pasado hasta ahora por la “comunidad itinerante” de Monte Carmelo, “una rica variedad de carismas y estados de vida vinculados a familias religiosas, movimientos de Iglesia, parroquias… hombres y mujeres con implicación en la pastoral con jóvenes, en la escuela, en lo social y sanitario”.
Guenther Boelhof , coordinador de este programa del Equipo Ruaj para la formación en acompañamiento pastoral y social a jóvenes que se desarrolla desde el Centro Vedruna de Valladolid, percibe una demanda en ascenso, a medida en que “se ha ido generando una cultura del acompañamiento”. Por un lado, entre los participantes “es claro el perfil pastoralista con jóvenes, el educativo en la escuela como espacio privilegiado para acompañar”. Aunque en los últimos años, ha aumentado la proporción de participantes que “trabajan en lo social, buscando profundizar en el arte de acompañar como un modo de ser en relación”.
A lo largo de seis encuentros presenciales durante tres años (del 26 al 30 de diciembre, y del 1 al 5 de julio), que profundizan los contenidos y dinámicas desarrollados on line a lo largo de todo el año, el programa se adentra en el arte y las técnicas para “acompañar situaciones, alentar la vida, dar buen trato (acogiendo, escuchando, comprendiendo…) y regalar preguntas facilitadoras que ayuden al bien vivir, a hacer proceso, a vivir con propósito, desde un enfoque integral del acompañamiento espiritual”. Claro que –añade– los perfiles e inquietudes varían de año en año, y por ello “no hay dos ediciones iguales”.
Constatas un aumento del interés por el acompañamiento a jóvenes. ¿A qué lo atribuyes?
Es un interés de hace ya tiempo y algo que preocupa mucho en los contextos donde hay trabajo con jóvenes, y no solo en el terreno pastoral. Nos impresiona mucho los testimonios que recibimos de relatos de jóvenes que nos hablan de vidas que pesan más que las mochilas de sus libros y cuadernos que cargan a sus espaldas. El acompañamiento se muestra como una herramienta facilitadora para el Anuncio porque crea unas condiciones de posibilidad para descubrir y desarrollar la vida como vocación y equiparse adecuadamente. El acompañamiento se nos ilumina como mediación privilegiada para el crecimiento y la evangelización hoy, en el concierto de otras mediaciones, también indispensables como la inserción en la comunidad cristiana o la fe personalizada y compartida con otros, para contribuir a la humanización de todos al estilo de Jesús. Nos lo dijo el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica “La alegría de Evangelio”
¿Cómo es la dinámica de la formación?
Hablamos de encuentros intensivos y entretiempos intensos: En cada encuentro las jornadas se reparten entre las exposiciones teóricas en teología y pastoral de acompañamiento, un tiempo de reflexión personal, el compartir en grupos pequeños (siempre el mismo), y los talleres prácticos de entrevista.
La mañana comienza con la celebración de la eucaristía y la tarde termina con una breve oración de recogida del día. Hay espacio para la convivencia informal, la pequeña sobremesa de las comidas… verdaderamente se genera una comunidad itineranteque acompaña y sostiene, a lo largo del programa. En el entretiempo hay una propuesta de lectura, estudio, reflexión, oración y síntesis que convierten a Monte Carmelo en una experiencia formativa integral.
¿Y después de la formación?¿Hay foros de encuentro entre los ex?
Después hay más, mucho más: Monte Carmelo por ejemplo ha propiciado proyectos compartidos en clave pastoral animados por carismas distintos; foros de reflexión y encuentro. Desde Ruaj, se posibilita continuar profundizando en el acompañamiento espiritual en los Seminarios de acompañamiento, en talleres monográficos de herramientas prácticas, en el foro de acompañantes; los Círculos de Encuentro Marisa Moresco… Hablaba al principio de cultura del acompañamiento y añado que también existe la gran familia del acompañamiento que crece día a día.