No es gallega de nacimiento, pero durante los 53 años que pasó en el colegio María Inmaculada. Hermanas Carmelitas, pasaron por ella unos 25.000 niños y niñas. Más allá de las aulas, dejó huella por su labor al frente de varios coros. Y fue la fundadora del club de montaña Monteceibe, en el que dio sus primeros pasos la alpinista y escritora Chus Lago.
Cándida Rico de la Calle, de 89 años, recoge este 11 de febrero, en el Pazo Quiñones de León, el premio Galega Destacada 2024, que se entrega cada año en torno al aniversario de la muerte de Concepción Arenal, referente intelectual y feminista.
El colectivo Diálogos 90 ha reconocido con este galardón en los últimos años a personalidades locales que se han destacado por su labor social, como la profesora de Primaria Carmen Quinteiro, cuarta “Mejor Docente de España 2021”, o la pionera local y referente del acogimiento familiar Pilar Viso. El premio también ha recaído en sus últimas ediciones en mujeres que han destacado en la música, como la pianista viguesa Rossana Ojea, o la mezzosoprano Nuria Lorenzo.
Cándida Rico aúna ambos perfiles. La escritora y antigua alpinista Chus Lago suele recordar que gracias a ella se puso por primera vez las botas de montaña. En esas excursiones y viajes, muchos niños y niñas de Vigo experimentaron nuevos métodos pedagógicos basados en la confianza y la cercanía, experiencias que a no pocos les llevaron después a dedicarse a la enseñanza.
Las visitas que solía organizar la hermana Cándida a su pueblo natal, Candelario (Salamanca), y los ascensos en febrero a Gredos para contemplar el Alamanzor, fueron también para muchos las primeras vacaciones. El Club de Montaña Monteceibe, que fundó, ha tenido más de 500 socios.
En su faceta musical, se la recuerda, sobre todo, como directora del coro Lembranzas Galegas, pero a muchas personas lo que realmente les marcó fue el paso por el coro escolar que fundó. Varios de aquellos niños terminaron después dedicándose profesionalmente a la música.
Pianista de formación y experta en gregoriano, Cándida Rico puso también en marcha un coro de padres y madres que lleva ya funcionando cuarto décadas, interpretando lo mismo zarzuelas que canciones de tuna. Este coro sigue animando cada año la fiesta del colegio en el día de su patrona, la Inmaculada.
Su jubilación de la escuela no supuso para ella el descaso. Hasta hace tres años, Cándida Rico ha ejercido la presidencia de la CONFER en la diócesis de Tuy-Vigo, y ha sido además un referente en la asociación Cristianos sin Fronteras, en la organización de los campamentos de verano en Silos o en los festivales de la canción misionera.
Junto a todo ese extenso curriculum, dos antiguas alumnas destacan de ella, sobre todo, su carácter siempre cercano. “La hermana Cándida acompañó en todo momento y sigue haciéndolo a todas las personas que en algún ocasión le han pedido ayuda en diferentes situaciones familiares difíciles y que acuden a ella porque saben que siempre van a encontrar un apoyo”, subrayan como motivo de agradecimiento.