La clausura del Consejo General Ampliado (CGA), celebrado del 10 al 25 de abril, muestra una Familia Vedruna cada vez más intercultural y con mayor integración del laicado.
Ha sido “un CGA histórico”, en palabras de David Pernia. Este laico miembro de la Comisión de Identidad y Misión destacó, en el acto de clausura, los avances en el reconocimiento a la “realidad de las nuevas vinculaciones” y formas de pertenencia al carisma Vedruna.
En esa línea pidió avanzar el último Capítulo General, celebrado en 2017. En este tiempo, “a pesar de que la pandemia haya retrasado muchas cosas”, se han llevado a cabo avances importantes, refrendados y reforzados por el Consejo General Ampliado.
En similares términos se expresó Pilar Lledó, perteneciente al Equipo de Enlace del Laicado Vedruna. “El diálogo abierto en torno al documento de Identidad y Misión ha sido un avance muy importante. Queremos caminar juntas y juntos, integrando la diversidad de vinculaciones que amplían la manera de mirarnos hoy como familia carismática Vedruna”, dijo. “He sentido que este proceso de acercarnos y reconocernos lo estamos haciendo desde una mayor madurez, apertura al diálogo y participación”.
Pilar Lledó, del Equipo de Enlace del Laicado Vedruna
Puy Araujo, desde la Casa de Formación de Villaverde (Madrid)
“He recibido más conciencia de que formo parte de un grupo de varones y mujeres que viven viven encendidos en un Amor, con mayúscula, presente, vivo, que lanza a la vida”, dijo, por su parte, Puy Araujo, una de las religiosas que ha representado a la Provincia Europa durante el CGA, quien destacó también los vínculos que se han ido forjando entre las distintas provincias de la Congregación.
“Me doy cuenta más ahora de que solo unidas en familia, juntas y junto a otras personas y grupos, podremos dar respuesta duradera, de modo local y global. a nuestro mundo herido, necesitado de tanto cuidado, consuelo y escucha”, añadió Araujo.
Son vínculos que hoy se fortalecen a golpe de reuniones de Zoom, pero que parten del camino ya trazado por muchas hermanas que se entregaron a la misión a mucha distancia de su lugar de origen. Como Nuria Solá, que ha pasado en África 32 de sus 60 años como Vedruna. “Me siento africana sin renunciar a mis raíces”, dijo en la celebración de clausura del CGA. “A medida en que avanzo en edad, siento mis raíces con más fuerza.
Carta de Joaquina
Intercultural y con creciente presencia de laicas y laicos. Cada vez más diversa, en definitiva, se presenta hoy la Familia Vedruna.
La Provincial de Europa, María Gracia Gil, y Belén Sánchez, presentaron al cierre del CGA una carta de santa Joaquina, invitando a la Familia Vedruna a tomar como modelo a los castellers. Por varias razones. Por su capacidad de trabajo en equipo, desde la humildad, ya que “no hay nadie que destaque”, “todos son importantes”.
“Un castell es, también, un ejemplo de solidaridad”. Y “los castellers son ejemplo de persistencia, de tenacidad, de esfuerzo. Se necesita mucho, mucho entrenamiento para alcanzar nuevos retos”.
Todos esos valores “son también los que necesitáis hoy para llevar a cabo la misió́n que se os encomienda”, afirma la carta. Sin olvidar “el coraje para asumir nuevos retos en forma de castillos más altos y de mayor dificultad, y para seguir montando un castillo, aun pasando por momentos de duda o dificultad”.