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Un verano en Arc en cielo

Un verano en Arc en cielo

Una trabajadora social y una enfermera de Bizkaia relatan su experiencia de voluntariado con Solive en Gabón.

 

Begoña es experta en género y trabajadora social en un programa de autonomía para jóvenes extutelados que lleva a cabo Cáritas en colaboración con la Diputación de Bizkaia. Miram es enfermera y máster en Cooperación Internacional con experiencia en Latinoamérica. El pasado verano ambas jóvenes hicieron un alto en sus vidas cotidianas para participar en un programa de voluntariado de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo. Así fue como recabaron en Libreville, la capital de Gabón, en el hogar Arc de Ciel de Gabón, proyecto sostenido por la Asociación Solidaridad Vedruna (Solive).

“Me parece precioso que nuestras comunidades estén abiertas a compartir vida con todo tipo de joven que esté dispuesto a vivir una realidad distinta”, dice, por su parte, una representante de Solive. La ONG vedruna tiene amplia experiencia en incorporar a jóvenes procedentes del Voluntariado Internacional Vedruna o bien genéricamente a “personas cristianas o en búsqueda”, pero esta vez la propuesta era algo diferente; significaba abrirse a colaborar como una entidad más de las que conforman el ecosistema de la cooperación vasca.

En ese aspecto más personal la propuesta podía suponer retos añadidos: “Me parece que aporta mucho a las comunidades que acogen y a las personas jóvenes que tal vez en su vida hayan podido imaginarse vivir con monjas bajo un mismo techo”, prosigue la integrante de Solive.

Miriam (centro-izquierda) y Begoña con personal del centro

Situaciones duras, medios precarios

La realidad, pese a estas inquietudes, es que la adaptación fue bastante sencilla. Miriam destacaba haber encontrado un perfil “profesional” en las personas que trabajan en el centro. Igual que Begoña, para quien todo estaba “bastante bien pensado y organizado”, si bien con medios muy precarios que obligaban a continuamente “tener que buscarte la vida”.

La facilidad en el trato con que ambas cooperantes mostraron con niñas, niños y jóvenes, ampliamente destacada por el personal del centro, contrasta, sin embargo, con la dureza de muchas situaciones. Begoña alude en particular a chicas víctimas de trata, con “situaciones impensables para nosotras, desde el feminismo occidental”. La misma impresión se llevó Miriam tras poner en marcha un taller sobre salud reproductiva y sexual, que la dejó impactada por la capacidad de resiliencia de chicas y chicos “a pesar de las situaciones tan complicadas de las que vienen”.

Algo más arduo para ella fue redactar de un informe de justificación, un encargo inesperado que recayó en ella por su formación en gestión de proyectos de cooperación, un reto en absoluto sencillo “cuando no ha habido una adecuada recogida de datos a lo largo de todo el proyecto.

Con el aspecto más negativo, subraya “la falta de libertad” en las salidas y horarios, debido a cuestiones de seguridad en Libreville.

Al preguntarla sobre lso aspectos más enriquecedores, sin dudarlo destaca la convivencia con niñas y niños y adolescentes” y “el conocimiento de su realidad”.

En esa misma línea abunda Begoña, para quien “Arc en Ciel es un arco en el cielo, un espacio de protección”, donde “consiguen formar como una pequeña familia para niños que en ese momento carecen de apoyo familiar. Y eso es lo más grande que me he llevado”.

Fecha

febrero 27, 2023

Categoría

Jovenes