La provincial de Europa, Dolors Sitjes, confía en que estos actos de celebración «despierten aún más la curiosidad e interés por saber qué es ser Vedruna».
El día de la Fundación Vedruna, que se celebra el 26 de febrero, ha estado marcado este año por la proximidad del bicentenario de la Congregación. De ahí que algunos actos hayan tenido cierto aire de preparativo jubilar.
En la provincia de Cádiz, las comunidades de hermanas y el laicado de la Bahía se reunieron en la víspera para celebrar el Viacrucis, siguiendo el ejemplo de Joaquina hace 197 años. “Ella así comenzó la Congregación y nosotras también recordamos la realidad de nuestro mundo, juntas con Joaquina y el buen Jesús. Deseamos que ellos acojan el momento de nuestra realidad de hoy, teniendo muy presente a Ucrania, Siria y Turquía”, narran algunas de las participantes.
La celebración, “siendo en la ciudad de Cádiz, no podía terminar nada más que con una buena chirigota”, añaden. “Así hacemos realidad el deseo de Joaquina, la alegría la principal virtud”.
Un itinerario de cuatro años en las escuelas Vedruna de Catalunya
En el otro extremo de la Península, las 37 escuelas Vedruna de Cataluña han organizado, como inicio del bicentenario, cuatro días de celebraciones, abiertos con un acto en el Paraninfo de la Universidad de Vic. Entre los asistentes, figuraban la alcaldesa de Vic, Anna Erra, el obispo, Romano Casanova, el rector de la UVic-UCC, Josep-Eladi Baños, y la secretaria general de la Fundación Escuela Cristiana de Cataluña, Meritxell Ruiz.
La provincial de Vedruna Europa, Dolors Sitjes, expresó su deseo de que estos actos de celebración «despierten aún más la curiosidad e interés por saber qué es ser Vedruna». Y describió a Joaquina como «una mujer que supo enseñar, acompañar, orientar, curar y amar».
Montserrat Espinalt, presidenta de la Fundació Vedruna Catalunya Educació, espera que estas celebraciones fortalezcan el compromiso de toda la comunidad educativa para «contribuir a la humanización de los alumnos» a partir de «proyectos que den respuesta a la erosión de la dignidad y los derechos humanos, la crisis ambiental, las crecientes desigualdades, el populismo político, la aceleración tecnológica y digital sin ética y la incertidumbre en el futuro del trabajo y en la búsqueda de sentido».
De cara a la preparación del bicentenario, la Fundació Vedruna Catalunya Educació hará hincapié cada año en una palabra clave: origen (2023), presencia (2024), futuro (2025) y celebración (2026).
Este 2022-2023 está dedicado al origen, a ir a las raíces. En ese contexto se presentó en el Paraninfo de la universidad de Vic el libro “Viure anys i durar segles. Joaquima de Vedruna, un esbós biogràfic” (Vivir años y durar siglos. Joaquina de Vedruna, un esbozo biográfico), de la hermana Vedruna Mabel Burgell y del director de la escuela Vedruna Escorial de Vic, Ramon Rial. El libro presenta a Joaquima como «un testigo muy cercana, madre de familia, cargada de criaturas y de problemas, que nace rica y acaba arruinada», en palabras de Burgell. Y plantea un reto de presente en «un mundo con muchos retos a los que no sabemos responder». “¿Cómo es posible que el compromiso y la voluntad de una sola persona para sacar adelante un proyecto, llegue tan lejos?”, se preguntó. “¿Os imagináis de qué es capaz cada uno de nosotros cuando se compromete? Es un mensaje de esperanza”.
El segundo curso, dedicado a subrayar la presencia Vedruna en todo el territorio catalán, tendrá como hito la publicación de un mapa turístico y la puesta en marcha de una exposición itinerante sobre la contribución de las escuelas Vedruna en Catalunya.
El tercer y último curso, el último antes de la gran efeméride, servirá para actualizar el proyecto educativo y mirar hacia el futuro. Para ello se convocará una jornada de investigación de historia educativa de las escuelas Vedruna y los maestros de esta institución se reunirán para afrontar los nuevos retos educativos.