¡Porque sí! Porqué había ganas… ¿Hace falta más razón?
Más allá de estructuras y calendarios, teníamos ganas de encontrarnos informalmente. Ganas de vernos, de compartir, de “vivir fraternidad” en estos días ya veraniegos, en vísperas del Capítulo General. Un tiempo “bisagra” que abrirá nuevos itinerarios y marcará nuestro devenir colectivo en los próximos seis años. Años que conllevaran cambios como respuesta congregacional a la voz de nuevos tiempos, de realidades distintas en las que comprometernos desde el carisma que nos define.
Las comunidades de Vic y su entorno, deseábamos encontrarnos y realimentar nuestro espíritu con “vida Vedruna” en estos días de presente nada fácil y de futuro incierto, para consolidar juntas nuestra confianza en el Señor, al modo de Joaquina:
“Confianza, que con Jesús y teniendo a Jesús, TODO es posible”.
“-Venid conmigo –dijo Jesús- y yo os haré descansar, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera”.
De modo que cuarenta y tantas Hermanas hemos compartido la Eucaristía en la bella y querida iglesia de la Casa Mare.
Hemos tenido después un buen rato para las charlas informales entre unas y otras y, a continuación, hemos compartido una comida festiva con el colofón de un largo tiempo de sobremesa en el que cantar juntas viejas y nuevas canciones, muy significativas para todas. Canciones gozosamente interrumpidas de vez en cuando por las organizadoras del encuentro, para el sorteo de una “bolsas sorpresa” con un obsequio para cada una de las comunidades presentes. Una bolsa en cuyo exterior figuraban –distintas para cada comunidad- unas palabras de Joaquina, indicadas para la ocasión.
Ciertamente, como dijo el Salmista: “nuestro corazón hervía de bellas palabras…”
Estábamos tan a gusto que no sabíamos terminar…
Con agradecimiento a las comunidades de la Casa Mare, impulsoras del encuentro, y con el corazón ensanchado, nos hemos despedido cantando y entre abrazos verdaderamente fraternales, comprometidas a sostener al Capítulo General con nuestras oraciones.
Al tiempo que abandonamos confiadas el futuro de la Congregación y de nosotras mismas en manos del Señor “que todo lo hace bien”.
Una jornada impagable. ¡Gracias!
Mabel Burgell
Vic, Casa Mare, 8 de julio del 2023