Esta asociación de Valladolid no solo se adapta a las necesidades de las familias; termina en muchos casos formando parte de sus vidas.
Como cada Navidad, vuelve a abrir la Escuela Infantil de Invierno La Rondilla, ayudando a familias a conciliar estos días sin cole. Son sobre todo familias monoparentales de este barrio de Valladolid las que utilizan el servicio, aunque algunas acuden de otras zonas de la capital castellanoleonesa.
Además de pasarlo bien con todo tipo de juegos y actividades, las niñas, niños y preadolescentes aprenderán valores como la igualdad, la solidaridad, la autoestima… y se les involucrará en el conocimiento y desarrollo social de su barrio, cuenta una de las educadoras, Mabel Rodríguez.
Hay alrededor de veinte chicas y chicos inscritos, con un rango de edad entre los 2 y los 12 años. Algunos son ya participantes habituales en las actividades de la asociación, pero abundan también las personas primerizas.
“La vulnerabilidad económica de las familias ha aumentado un montón por el Covid”, cuenta la educadora.
Con apoyo fundamentalmente de Vedruna, aunque también de algunas entidades privadas y del Ayuntamiento, que cede los locales, uno de las principales apoyos que presta La Rondilla son estas Escuelas en Navidad y en Verano, aunque también en momentos concretos, como los puentes.
La asociación no solo se adapta a las necesidades de las familias; termina en muchos casos formando parte de sus vidas, afirma Mabel Rodríguez.
Además de la coordinadora y las tres educadoras habituales, suele haber personal voluntario, monitoras y premonitoras. Son chicas y chicos que pasaron por la Escuela y que vuelven ahora en un rol distinto. O incluso las hijas e hijos de personas vinculadas desde tiempo atrás a la Rondilla y para las que La Rondilla es ya, de algún modo, parte de su familia.