Un año más nos hemos juntado las comunidades de laicos y de hermanas de la Zona C en la Casa Mare de Vic para celebrar el 198º cumpleaños de la Fundación bajo el lema “Caminando hacia los 200 años”.
Hemos comenzado como siempre muy bien acogidas con un desayuno fraterno y nos hemos dirigido al auditorio de la escuela para disfrutar de la conferencia de Ramon Rial: “Caminando hacia los 200 años”.
Antes de esto, una de nuestras delegadas, Pilar Casanova, nos ha dado la bienvenida, y ha leído unas palabras de M. Dolors Bosch, quien hoy no podía estar ahí por un motivo de fuerza mayor: estaba en Madrid acompañando las dos novicias que hoy profesaban.
Pilar nos recuerda que hoy celebramos que Joaquima emprendió una cosa nueva en su momento y, ahora, a nosotras se nos pide también audacia para actualizar aquel estilo de vivir que las primeras hermanas y Joaquima iniciaron.
La mañana ha pasado en un santiamén con Ramon Rial. Él, con su estilo magistral y ameno, nos ha compartido, primero, cómo es sentirse arraigado a Vedruna, y un segundo momento en que nos ha explicado y actualizado el proyecto puesto en marcha desde la Fundación Vedruna Educación “Caminando hacia os 200 años”, que nos va preparando para celebrar el bicentenario en 2026 y que incluye libro, rutas Vedruna, actualización del proyecto educativo Vedruna, exposiciones itinerantes en las escuelas abiertas a todo el mundo, cantatas que preparan las escuelas…
Hoy nosotras hemos tenido el privilegio de disfrutar de la ruta Vedruna de Vic en formato en línea y nos lo llevaremos hacia casa para compartirla con toda la comunidad tantas veces como queramos aplicando el QR al plano que nos regalan.
A continuación, la Eucaristía en la iglesia de la Casa Mare para dar gracias por todo lo vivido hasta ahora. La homilía, las preces, las ofrendas y los cantos muy bien dirigidos. Todo muy cuidado y a la vez muy compartido, con un fuerte sentimiento de familia.
La comida fraterna preparado con esmero por la Casa Madre. Siempre son un gozo las celebraciones aquí, y esta también lo fue.
La tarde discurrió con una velada de cantos compartidos entre todos en el auditorio. Hay que decir que resultó providencial el hecho de clausurar la velada un poco antes, a las 4, porque el autocar de Tarragona salía en aquella hora: nos salvó a algunas comunidades de quedar atrapadas en las carreteras por la fuerte granizada.
Una vez más, todos y todas regresábamos a casa contentas de haber compartido de corazón esta jornada, este año también.
Montse Colom