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El colegio de las Carmelitas Vedruna en Cádiz

El colegio de las Carmelitas Vedruna en Cádiz

La memoria de las hermanas Vedruna en Cádiz, “las Carmelitas”, como son popularmente conocidas, es una enciclopedia de grandes capítulos de la enseñanza y educación de niños y niñas de esta ciudad.

 

En la provincia de Cádiz.

Las Hermanas Carmelitas de la Caridad se establecen en Andalucía porprimera vez en el año 1860, cuando diez hermanas catalanas vienen a trabajar al “hospital de sangre” en la ciudad gaditana de San Roque. El mencionado hospital se inaugura el 3 de enero de 1860, con la idea de poder atender a los heridos de la guerra que mantenía España con Marruecos, conflicto bélico que duró apenas seis meses.

Llegada al “Hospitalito de Mujeres”

Terminada la Guerra, las 10 Hermanas que voluntariamente se habían ofrecido a venir a San Roque, se marchan a la capital de la provincia gaditana para establecerse en el “Hospital de mujeres”, ya que el obispo de Cádiz, Juan José Arbolí, así se lo había pedido al de la ciudad catalana de Vic. De esta manera las hermanas van a tener presencia permanente en Andalucía por primera vez.

El “Hospitalito de Mujeres” que estaba dedicado a Nuestra Señora del Carmen, había sido creado en el siglo XVII. En el siglo siguiente el obispo Lorenzo Armengual de la Mota mandó construir el actual edificio de tres plantas. Este hospital acogía a toda clase de enfermas en sus cuatro ampliassalas. El 17 de junio de 1.860 llegan al hospitalito las 10 Hermanas que habían estado atendiendo a los heridos de guerra en el hospital de San Roque, y el 1 de julio se hacen cargo del funcionamiento del “Hospitalito de Mujeres”. Esta labor fue muy estimada por la iglesia diocesana y por la población gaditana. Este hospital funcionó hasta 1963, cuando el obispo decidió su cierre.

En el colegio del patronato María de Arteaga

En el año 1865 cuando la madre general Paula Delpuig (1.854-1.889) había visitado el Hospitalito de Mujeres, intentó fundar un colegio pero no tuvo éxito. Cádiz era una ciudad muy bien comunicada tanto por mar con Canarias y América como por tren con Madrid y el resto del país. En aquellas fechas la ciudad sólo tenía 6 escuelas, aunque le correspondían 12 por su población.

Cuando en 1.872 una escuela que tenía el “Patronato de María Arteaga” quedó vacante, se pidió a la Congregación que mandara algunas Hermanas a Cádiz para que se hicieran cargo de ella; esta noticia fue recibida con mucho agrado por la Madre Paula. Este patronato dependía del obispado y la mencionada escuela atendía con personal seglar a niñas pobres de la ciudad.

El 3 de abril de 1872 se firma un acuerdo entre el Patronato y la Congregación por el que se pagaría un sueldo a seis Hermanas que ejercerían de maestras. Y el 21 de abril llegaron las seis Hermanas a Cádiz, quedándose a vivir en una casa situadadetrás del Hospitalito, por lo que estaban muy cerca de la comunidad del Hospitalito. El sábado 27 de abril de 1.872 se hace la inauguración oficial del colegio por el obispo Félix María de Arrieta (1811-1879), que era natural de Cádiz. El colegio recibió el nombre de “Nuestra Señora del Carmen”.

Se hace un colegio independiente.

En el año 1919 el Patronatode María Arteagano tenía fondos para mantener el colegioy,no pudiéndose llegar a un acuerdo, la Congregación pidió al obispo separar el colegio del Patronato para crear un colegio independiente. El obispado concedió esta petición el 13 de noviembre de 1919. Así en el año 1920 se trasladó a la calle Cánovas del Castillo nº 20. Y en 1962 se inauguró en la calle Fernando el Católico nº 2 el actual colegio en terrenos ganados al mar.

Ideario

Como podemos sacar en conclusión de la labor llevada cabo durante los ciento cincuenta años de presencia de las Hermanas Carmelitas de la Caridad en nuestra ciudad, el objetivo de la misma siempre ha tenido como prioridad  el servicio alos más necesitados bien por su condición socialo económica,bien porcondición de género.

El ideario de las hermanas Carmelitas está basado en una magnífica frase que su fundadora, Joaquina de Vedruna, supo acuñar: “Todo por amor y nada por la fuerza”. Desde esta base, su trabajo siempre ha sido la defensa de las personas necesitadas, en especial las niñas y los enfermos. Todo con un claro porqué.

Apuesta por una acción educativa que genere Vida, dignifique la vida y se comprometa con la vida:

  • de las personas: impulsando su desarrollo y maduración en todas sus dimensiones.
  • de la sociedad: promoviendo la libertad, la justicia, la paz y la fraternidad entre las personas y los pueblos.
  • de la naturaleza: cuidando y compartiendo los recursos de forma saludable y equitativa.

Y junto a las formas más conocidas de educación surgen en numerosas partes del mundo nuevas modalidades: atención infantil, talleres ocupacionales, educación en la calle, hogares, atención de adultos, campo de refugiados… Todo girando alrededor de los más necesitados o desfavorecidos.

Por ello, desde su fundación, las hermanas vieron (siguiendo los pasos de su fundadora) en el plano educativoque las niñas con escaso poder adquisitivo no podían disfrutar de una enseñanza que las formara como personas iguales en la sociedad en la que vivían. Las hermanas no dudaron ni un solo instante en entregarse a esta misión y conseguir que las niñas pobres o de escasos recursos gozaran de los mismos privilegios educativos que el restode la población. Podemos con ello afirmar, que la tarea empezada por su fundadora fue una clara apuesta por un feminismo integraldondetodas las mujeres tuvieran las mismas oportunidades y todas fuesen formadas como los hombres de entonces.

A ello añadimos la ingente labor que las hermanas han realizado, y siguen haciéndolo, con los más vulnerables de nuestra sociedad: los ancianos y los enfermos. Allá donde suena el apellido Vedruna, todos lo asocian con la atención desinteresada en hospitales donde antes se las requería para atender a los que sufrían a causa de las enfermedades y epidemias; así como en la actualidad en residencias geriátricas donde los ancianos son atendidos como suma delicadeza en las etapasfinales de su vida.

La memoria de las hermanas Vedruna en nuestra ciudad de Cádiz, “las Carmelitas”, como son popularmente conocidas, es una gran enciclopedia de grandes capítulos de la enseñanza y educación de niños y niñas que han pasado por sus pupitres y que se han formado como grandes gaditanos/as. Pero no sólo los habitantes de Cádiz disfrutaron de su gran labor, porque, revisando la memoria histórica de las hermanas en Cádiz, muchas fueron las niñas que vinieron de los pueblos de nuestra provincia para recibir la educación en las Carmelitas, y como bien podréis deducir, se hospedaban en las habitaciones que a modo de residencia preparabanen el edificio que hoy ocupan.

¡Cuántas veces se han abierto las puertas de las Hermanas para atender a familias que solicitabanayuda para comer! ¡Cuántas veces se ha acogido a alumnasque debido a su precaria situación vital han podido formarse gratuitamente como mujeres integradas dentro de la sociedad! ¡Cuántas veces se han abierto de par en par las puertas de su residencia para escuchar a quien lo necesitaba o tender las manos de las mil maneras que ellas encontraban! Todo por amor. ¡Cuántas veces hemos visto a las hermanas yendo y viniendo de casas y salones parroquiales donde impartían su labor formativa!

Es justo decir que la pedagogía, el carisma Vedruna; pedagogía y carisma del Amor, tiene un estilo propio que gira alrededor de un eje: la valoración de la persona y de las relaciones interpersonales, en un clima familiar, sencillo, cercano y alegre como experiencia educativa fundamental. Esto se ha ido traduciendo en la Sociedad Gaditana en una Educación y Atención personalizada que abarca todos los ámbitos de la vida: Salud, Educación, Escucha y Acompañamiento.

Merche Calvo

Fecha

abril 26, 2022

Categoría

Proyecto Escuelas Vedruna