Alienum phaedrum torquatos nec eu, vis detraxit periculis ex, nihil expetendis in mei. Mei an pericula euripidis, hinc partem.

Toda la creatividad que ha dejado la pandemia

Toda la creatividad que ha dejado la pandemia

Se publica “Acompañar en la incertidumbre” (Narcea), con las principales aportaciones de los III Círculos de Encuentro Marisa Moresco.

En tiempos de incertidumbre, los Círculos de Encuentro Marisa Moresco ofrecen “claves de esperanza mediante la búsqueda y reflexión compartida, para salir fortalecidas al encuentro de quienes andan vagando desconectados de su corazón, desenganchados de la V/vida; aquellos a los que anhelamos encontrar y acompañar, y sin los que seguiremos sintiendo un vacío, como una parte de nosotras mismas, con la que no damos sin ellos”.

“Acompañar en la incertidumbre” fue el título en marzo de los III Círculos de Encuentro Marisa Moresco, organizados por el Equipo Ruaj y consolidados ya como referente para el cada vez mayor número de personas interesadas en el acompañamiento espiritual y personal. Tras una primera edición, en 2019, dedicada al acompañamiento “en las periferias existenciales” y una segunda (2020) sobre “Familias que importan”, la actualidad obligaba a mirar a todas esas situaciones de angustia e incertidumbre generadas por la pandemia, tan familiares a la labor de acompañamiento que, con más intensidad que nunca, ha seguido llevando a cabo durante todo este tiempo Ruaj.

Entre las historias personales, aparecen las de muchas chicas y chicos jóvenes para quienes normalidad es sinónimo de incertidumbre en el futuro. También, cómo no, las personas mayores, las que con mayor crudeza han padecido las consecuencias de esta pandemia. Pero el mosaico que ha ido tejiendo Ruaj estaría incompleto sin relatos como el de quien, “bajo el peso de la sentencia de una enfermedad severa, compartía cómo la experiencia misma de incertidumbre y de pandemia le normalizó la vida en algunos aspectos, al no tener que explicar cada vez por qué llevaba mascarilla, por qué necesitaba aislarse de los sitios concurridos o por qué tenía que cuidar tanto el ambiente en el que se movía”.

 

Aprender a vivir en el presente-presente

Todo está recogido en el libro que, con el mismo título de los III Círculos, acaba de publicar Narcea, con la coordinación de Lola Arrieta y Elisa Estévez.

El escenario puede ser sombrío, pero “cuánta creatividad surgió a raíz de esta situación”, afirman las coordinadoras en el prólogo. La incertidumbre, el dramático redescubrimiento de la vulnerabilidad, ha permitido tomar conciencia de la importancia en la vida de “la música, la poesía, la belleza, la palabra, la mano tendida”, y sobre todo de cómo “Dios trabaja en la pobreza, en la ignorancia y el barro”.

Puestos a extraer alguna enseñanza de lo vivido en estos últimos tiempos, una gran lección sería aprender a habitar el “presente-presente”. Porque, explica Arrieta, “cuando vivimos el presente-futuro muchas veces la angustia por lo que no vendrá o por lo que llegará nos atormenta, nos vuelve obsesivos; el miedo toma las riendas tratando de controlar lo que pasa”. Y “si es el presente-pasado el que se impone, la realidad se difumina, revolviéndonos una y otra vez por lo que no salió; nos paraliza y nos impide avanza”. En cambio, “vivir en el presente-presente es el modo de tomarnos profundamente en serio la realidad. Es lo que nos puede permitir incrementar la consciencia, compartir relatos y búsquedas, hacer espacio a los otros, construir el camino juntos y, desde ahí, dar el salto, adentrarnos en lo profundo, conectar con el corazón y confiar”.

Lola Arrieta, en la presentación de “Acompañar en las periferias existenciales”

 

El Sur, como escuela de lucidez

Esta es la temática abordada desde distintas perspectivas en los distintos capítulos del libro, que recogen las ponencias de los encuentros. Olga Belmonte, desde la filosofía, anima a atreverse a “cuestionar la autosuficiencia, acoger la propia vulnerabilidad y ensayarse a vivir en interdependencia”.

Anabel González, desde la psicoterapia, ofrece claves para transitar “con salud” por diversas situaciones de incertidumbre, a partir de una renovada autoconciencia de la persona, reconciliada con su cuerpo, su propia historia y sus convicciones.

Fernando Rivas presenta la imagen de Dios en el desierto, como llamamiento a “abandonar formas infantiles e inmaduras de entender a Dios”.

Covadonga Orejas aporta la experiencia cotidiana de Ruaj para el acompañamiento personal y comunitario en las más diversas circunstancias, desde el trabajo en campos de refugiados en África al acompañamiento a todo tipo de personas en Madrid, Salamanca, Sevilla, Valladolid o Málaga desconcertadas por la pandemia.

El último de los capítulos del libro, a cargo del jesuita Cristian Peralta, se centra, desde la perspectiva de la República Dominicana, en la importancia de “aprender de los pobres a caminar en la incertidumbre. Del Sur uno puede aprender “la lucidez de saberse interdependiente”; la creatividad frente a lo improbable, y “la fiesta como recurso para romper con la implacable e insegura cotidianidad”.

Como colofón final, Ruaj propone “unas reflexiones finales en las que pergeñamos un mapa para orientarse cuando la [in]certidumbre nos visita, estamos en situación de desierto o en medio de la travesía cuando los naufragios y desahucios amenazan la V/vida”.

Fecha

abril 23, 2022

Categoría

Nacional