La publicación de los Combonianos valora su trabajo con personas migrantes, al frente del cual está la Vedruna Inma Gala. La archidiócesis se encuentra actualmente en sede vacante.
El arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo, recogerá el 6 de mayo el Premio a la Fraternidad 2020, con el que en los últimos años se ha reconocido a importantes figuras del continente africano, como el activista liberuano Silas Siakor o al cardenal y al imán de Bangui, por su aportación a la paz en República Centroafricana. El acto podrá seguirse, a partir de las 17:30 horas, en el canal de Youtube de la revista.
En cuanto a la diócesis de Tánger, según destaca Mundo Negro, se ha destacado como referente en la atención y defensa de los derechos de las personas migrantes, la mayoría jóvenes en tránsito hacia Europa.
Fue el gallego Santiago Agrelo quien puso en marcha esta Delegación en el año 2011, centrando su labor exclusivamente en las migraciones, mientras que Cáritas pasó a centrarse en la atención a la población local más vulnerable.
Al frente de la Delegación, el arzobispo eligió a la Carmelita de la Caridad Vedruna Inma Gala, que sigue desempeñando en la actualidad esta responsabilidad.
Su primera labor, explica Mundo Negro, “consistió en identificar los principales problemas que sufría la población migrante y elaborar un plan diocesano específico para abordar su atención. Los comienzos fueron muy humildes porque los recursos humanos eran limitados, tan solo cuatro personas iniciaron las actividades en la ciudad de Tánger con tres áreas de actuación: acción social, pastoral y sensibilización”.
El trabajo se multiplicó a partir de 2013, cuando Médicos Sin Fronteras abandonó Marruecos y la Delegación Diocesana de Migraciones aceptó continuar el trabajo que realizaban con personas migrantes en Nador. Al año siguiente se sumó Tetuán, junto a la frontera con Ceuta, con la gestión de un piso de acogida. Y poco después la actividad se amplió a Alhucemas. En la actualidad, el trabajo de la Delegación se lleva a cabo en estas cuatro sedes, organizadas en dos zonas de actuación: la zona occidental con Tánger y Tetuán, y la zona oriental con Alhucemas y Nador.
Hoy alrededor de 60 personas trabajan a tiempo completo en la Delegación de Migraciones, entre ellas 11 religiosos y religiosas, más algunos voluntarios residentes en Marruecos, y diferentes perfiles de personas contratadas
A pesar de su rápido crecimiento, Inma Gala ha dicho a Mundo Negro que se ha mantenido el espíritu de familia que quiso imprimir a la Delegación Santiago Agrelo. No solo entre los propios religiosos y voluntarios o personas contratadas, sino con las propias usuarias y usuarios, con las que se llevan a cabo todo tipo de actividades formales e informales, dentro y fuera de los horarios de trabajo, para promover su integración.
Las personas que llegan con necesidades espirituales, explica Gala, son enviadas a los sacerdotes en cualquiera de las siete parroquias de la diócesis de Tanger. En la zona oriental predomina más la intervención medica y humanitaria en los campamentos y la gestión de espacios residenciales seguros para los enfermos, mientras que en la zona occidental es más fácil el alquiler de pisos para las personas migrantes y predominan las actuaciones de tipo social, formativo y de sensibilización e integración.
En las diferentes sedes existe un servicio de ropero, ducha y lavandería para personas en tránsito o aquellas que viven en lugares donde no les es posible cuidar adecuadamente la higiene. El área de mujer se centra en el acompañamiento integral y empoderamiento a mujeres que han sufrido violencia en el tránsito migratorio. Estas mujeres disponen de la posibilidad de tener encuentros personales con una psicóloga y de participar en diferentes talleres.
Otro área importante de actuación es la sensibilización en colegios públicos con la colaboración de entidades marroquíes. El objetivo es romper estereotipos sobre las personas migrantes entre los niños y jóvenes, y se lleva a cabo a través de charlas y actos lúdicos, como danzas y música de países subsaharianos, que ayudan a conocerse mutuamente y crear lazos de amistad.