Cualquier persona o institución que quiera colaborar con Haití lo puede hacer a través de la Fundación Vic.
En Haití, las hermanas Vedruna desde sus inicios en 2006, fueron probando distintas formas de intervención, en varios campos y de muy diversas maneras: cooperativas de cocina, de gallinero, grupos parroquiales, construcción de pozos, etc. Las únicas formas que permanecen estables, seguramente porque son las que el pueblo acepta y necesita más, son la escuela, la venta de agua tratada y el centro de salud.
La escuela, que se inició con un curso de preescolar y fue añadiéndolos progresivamente, cuenta ahora con preescolar más los 6 primeros años de primaria. El personal es haitiano. Se distribuye desayuno y comida cada día de clase a cada niño y al personal. Casi todos los años se ha realizado el campamento de verano en julio, en el que colaboran Voluntarios Vedruna.
El agua tratada fue un proyecto esencial para la salud. Se potabiliza el agua de un pozo mediante un sistema de ósmosis inversa y se vende por garrafas.
El centro de salud es más reciente, aún incipiente. Realiza consultas, curaciones, ecografías y está montando un laboratorio. Hay una gran necesidad de fisioterapia. Escuela y centro de salud atraen a personas de todos los barrios de Fond Parisien y alrededores.
La cooperativa de gallinas ha estado funcionando hasta el confinamiento. La situación de violencia socio-política está imposibilitando su continuidad.
Los domingos llevamos la comunión a ancianos que no pueden moverse de sus casas, oramos con ellos, a veces en colaboración con las otras religiosas de Fond Parisien (Sociedad de Hijas del Corazón Inmaculado de María).
Además de estos núcleos fundamentales, hemos trabajado en proyectos puntuales como la construcción y el funcionamiento del hospital de Belle Fontaine (en la montaña), la distribución de cabras para las familias más necesitadas de Fond Parisien después del terremoto de enero de 2010, el arreglo del camino principal del barrio Pinganot después del ciclón Mateo en octubre de 2012, la construcción de una bomba de extracción de agua para el barrio y, actualmente, la instalación de un motor para su extracción con placas solares en el mismo lugar y la iluminación de las calles mediante lámparas de energía solar.
En esta etapa después del nuevo terremoto, las hermanas se plantean un viaje hasta el lugar del epicentro (en Les Cayes) para ver, sentir las necesidades y pensar en alguna ayuda que sea posible realizar a nuestro nivel.
La Familia Vedruna desde Europa puede, en primer lugar, orar por nosotras y por todo el pueblo haitiano. La oración es muy poderosa porque transmite el Amor y la Luz de Dios por encima de distancias y tiempos. En segundo lugar, puede encauzar ayudas humanas (personas que quieran colaborar en el voluntariado Vedruna u otro tipo de ayuda, sabiendo algo de francés como base para hablar en creol más adelante) y económicas, tanto para la escuela, que funciona más por proyectos que por la aportación de los alumnos, como para el centro de salud, que requiere continuamente de materiales, medicamentos, etc., y otros proyectos de ayuda humanitaria que surjan. Cualquier persona o institución que quiera colaborar con Haití lo puede hacer a través de la Fundación Vic, indicando para qué campo lo quiere donar (escuela, salud o proyecto tal).
María Leal