El fin de semana del 13-15 de enero en el Centro Vedruna de Valladolid tuvo lugar el encuentro de Generaciones Más Jóvenes de la Provincia Vedruna de Europa.
Desde el viernes por la tarde fuimos recibiéndonos unas a otras, con alegría y afecto; valoramos tener la posibilidad de encontrarnos, compartir inquietudes y disfrutar de tiempo informal, todo ello aviva nuestro sentido de familia Vedruna.
En esta ocasión dedicamos el tiempo a compartir la ficha sobre Vida Religiosa del material ofrecido para el próximo Capítulo General. Lo acordado se compartirá con las hermanas más jóvenes de los demás continentes en un encuentro conjunto el día 22 de enero.
La metáfora de la orquesta inspiró el encuentro, la ambientación de la sala atraía nuestra mirada hacia unos diminutos instrumentos dispuestos graciosamente sobre telas, el equipo coordinador nos invitó a pensarnos formando parte de una gran orquesta.
Iniciamos nuestra reflexión con la proyección de un vídeo inspirador en el que se ve como un grupo de trabajo introduce un cambio creativo en la situación cotidiana de subir o bajar las escaleras en una estación de metro; para ello transforman los peldaños de las escaleras fijas en un teclado de piano, dejando al lado las escaleras mecánicas de subida sin modificación alguna; la cámara capta las variadas reacciones de los transeúntes. El efecto motivador y positivo se palpa en el visionado, hay mayor alegría, tanto de quienes se lanzar a subir o bajar las escaleras-piano, como de quienes observan la escena.
Así como las melodías avanzan en un pentagrama que se llena de notas, silencios y otros elementos fluyendo y originando música; así también cada una de nosotras soñamos con una Vida Religiosa que avance en estructuras de mínimos y que impulse una vida de máximos para nosotras mismas y para aquellas personas con las que hacemos camino en tantos y diversos proyectos.
En el diálogo nos dábamos cuenta de que esa vida en abundancia y bienaventurada requiere del cultivo de nuestra interioridad que conecta lo de cada día con el misterio, que nos invita a vivir en constante búsqueda, a transitar los senderos del no saber, del no ser, del no poder… que nos dispone a vivir en discernimiento y que solicita de nosotras coraje y humildad… ¡y mucha, mucha, mucha alegría! Esta, confiamos, se nos dará por añadidura.
Agradecemos este espacio que se favorece desde la Provincia y que Luisa María Armenta, Mila Elola e Inma Eibe preparan y animan con cariño y entusiasmo. Gracias por vuestro aliento.
Laura Uriarte