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“Me he encontrado a Dios dentro de mí… Y en todas las cosas”

“Me he encontrado a Dios dentro de mí… Y en todas las cosas”

Así fue el gran plan del verano para un grupo de chicas: “Cuatro días de comer y rezar, simplemente”, en el Centro Vedruna de Valladolid.

 

Retiro en valladolid. De izquierda a derecha: Almu, Yayo, Cris, Berta, Puy y Patri.

 

“Me faltaba eso: reposar lo vivido y compartido durante todo el año”. Yayo, una de las jóvenes participantes el pasado curso en Monte Horeb, un programa de formación intercongregacional para jóvenes que quieren dejar espacio a Dios en lo cotidiano de la vida, culminó la experiencia durante el verano, en los “Días de Oración” celebrados en el Centro Vedruna de Valladolid.

Cuatro chicas y las dos formadoras, Puy y Almu, aisladas del mundo durante cuatro días, dedicadas a “comer y rezar, simplemente”. Jóvenes que habían recorrido un intenso camino espiritual a lo largo del año sentían “muchas ganas” de verse físicamente, sin la mediación de la pantalla, a pesar de lo cual, si le piden elegir, con lo que se queda Yayo de este encuentro presencial es con “los ratos de silencio”.

Antigua colegiala Vedruna y estudiante ya en el tramo final de la carrera de Medicina, Yayo afirma haber cerrado esta etapa sintiéndose “otra persona”. “Me he encontrado a Dios dentro de mi y eso…, cómo explicarlo, me ha transmitido una confianza y una paz, unas ganas de… ¡Es amor, es paz! Son las ganas de encontrarme con Dios todo el rato, de verlo en todas las cosas, de sentirme llena de Él, súper feliz”.

Yayo, hace dos años, en su graduación en el Colegio Mayor Vedruna

 

Al hablar sobre los motivos que le llevaron a Monte Horeb, la joven apunta a una demanda personal que poco a poco se fue verbalizando. “Yo tenía la sensación de necesitar un grupo más fijo, que me sirviese de verdad. No es que me sintiera perdida, pero sí con muchas ganas de buscar algo”. Fue entonces cuando una responsable del Colegio Mayor Vedruna de Madrid se le acercó en una hora santa y le presentó esta propuesta.

Al hacer balance, Yayo considera que Monte Horeb se ajusta tanto a jóvenes como ella con sensibilidad Vedruna, como a otros con distintas sensibilidades carismáticas. Eso sí, “hay que sentir esa necesidad de encontrarse con Dios y contigo misma. Si no estás en ese momento personal, Monte Horeb no es para ti, mejor espera”.

De cara al futuro, la joven lo tiene muy claro: continuará camino en Búsqueda, siguiente paso lógico a Monte Horeb y diseñado para una duración de tres años. “Ya veré de dónde saco el tiempo”, dice, aludiendo a la exigencia de 6º de Medicina y del MIR, “pero tengo muy claro que quiero continuar de esta manera”.

Fecha

octubre 8, 2021

Categoría

Jovenes