Hace unos días éramos convocadas a la Escuela de Pastoral con Jóvenes, que ha cumplido 20 años tratando de dar respuesta a la formación pastoral de jóvenes agentes.
El Papa Francisco, en un mensaje que dirigía a los jóvenes del mundo les decía: “Piensen esto: en el mundo cada vez más son las divisiones y las divisiones traen guerras, traen enemistad. Y ustedes tienen que ser el mensaje de la unidad.” Con esa invitación y con la Fratelli Tutti como marco de referencia, comenzábamos la preparación de la Escuela de Pastoral con Jóvenes 2021, que ha tenido lugar en Madrid el sábado 1 de octubre Esta Escuela es una plataforma pastoral formada por diferentes instituciones y movimientos de Iglesia que desde hace 20 años intenta dar respuesta a la formación pastoral de jóvenes agentes. La Pastoral Juvenil Vedruna de la Provincia forma parte de esta plataforma desde hace varios años.
El trabajo para la Escuela 2021 comenzó hace muchos meses en una coordinadora en la que jóvenes y menos jóvenes nos poníamos a soñar juntos qué Escuela de Pastoral queríamos para este año. En ese sueño compartido elegimos el lema que nos iba a acompañar: SIN TI, NO SOMOS. y para ello nos hicimos dos preguntas fundamentales: ¿quién soy en realidad? ¿Puedo ser sin los demás?
El trabajo ha sido mucho pero también las ganas de trabajar por y para los jóvenes y agentes de pastoral que están implicados en el anuncio de Jesús en su vida cotidiana.
El viernes día 1 a las 17.30 h éramos convocados las personas implicadas en la coordinadora y algunas personas más para ayudar a que ese sueño se fuera haciendo realidad poco a poco. Lo bueno de tener a Jesús en el centro es que las fuerzas se multiplican y las familias suman para hacer posible el proyecto de Jesús que en este dos de octubre se hacía efectivo en esta escuela, que es un poco de todos.
En la mañana del sábado éramos recibidos por el equipo de acogida, para inscribirnos y para irnos encontrando. La mañana comenzaba con una oración, a la que le ponían voz los jóvenes de la coordinadora y música Ain Karem. Nos quedaba resonando la pregunta ¿A dónde vamos y a qué? Dentro del contexto de la escuela y en el trabajo con los jóvenes.
Después tuvimos el placer de escuchar a Pedro José Gómez Serrano, que nos habló de “la projimidad evangélica”. Quedamos muy impactados por sus palabras y una hora escuchándolo se nos hizo muy corto. Ahora nos tocaba encontrarnos con el Buen Samaritano y los jóvenes que con un pequeño teatro nos actualizaron la parábola; una influencer, un obispo…y cómo todos nosotros a veces somos ciegos al sufrimiento humano, pero sobre todo ese samaritano que se compadece y acompaña al herido que en la actualidad tiene el rostro de Samuel, apaleado por su condición sexual; el rostro de María Pilar, asesinada por ser quien es; el rostro de George, muerto por causa del color de su piel; el rostro de Rylee, fallecido por proteger a inocentes de los conflictos de otros.
Con todo eso guardado en el corazón seguimos haciendo camino. Llegó el turno de las mesas de diálogo; cinco lugares y cada uno de ellos nos habla a través de una dinámica de aquellas cosas que nos acercan al otro. (cinco testimonios y diálogo posterior acerca de las cosas que nos acercan a los demás).
Por la tarde todos nos pusimos en camino para compartir nuestro tiempo en diferentes proyectos en los que se trabaja con personas en situación de vulnerabilidad.
Era hora de comer y descansar, para coger fuerzas para los que nos esperaba por la tarde que eran experiencias de vida que íbamos a compartir con diferentescolectivos de personas vulnerables. Volvimos tocados en el corazón porque la realidad siempre supera a la ficción y poder compartir vida con todas esas personas es un regalo de esos que Dios te pone en el camino.
Terminamos la Escuela, con profundo agradecimiento y poniendo todo lo compartido en manos del Dios que nos convoca a cada uno en ese acercamiento de Jesús a los jóvenes y nos hace familia. Con un rato de oración en la que se agradecían los 20 años de andadura de la escuela y en todos los jóvenes que han sido mediación para otros jóvenes.
Loli Fernández