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Mº Inés García en la asamblea de la PVE: “Se impone la vuelta a Galilea»

Mº Inés García en la asamblea de la PVE: “Se impone la vuelta a Galilea»

La general Vedruna invita a aprovechar “los tiempos que se nos conceden” con la pandemia “para vivir la vida comunitaria en las pequeñas cosas de cada día con sentido”.

 

¿Como vivir y dar sentido a este tiempo de pandemia? Esta fue la pregunta planteada este domingo por la general Vedruna, Mª Inés García Casanova, en el segundo y último día de la asamblea de la Provincia Europa.

La Covid-19, aseguró, ha supuesto “una experiencia nueva” para esta generación, que no ha vivido “las cosas terribles” de otras anteriores, que padecieron guerras y grandes calamidades.

Al mismo tiempo, añadió, esta crisis “ha desvelado muchas cosas que estaban ocultas o de las que teníamos poca conciencia”, tanto en la sociedad como en la Vida Religiosa, y en ese sentido la crisis puede ser vista también como oportunidad.

Un momento de la intervención de Mª Inés García

Un nuevo estilo de presencia para “la nueva normalidad”

García Casanova apeló al ejemplo de las religiosas de Estados Unidos, obligadas en la gran crisis de los años 20 y tras la II Guerra Mundial a abandonar la zona de confort de parroquias y escuelas, para adentrarse “en otras muchas realidades”, y así poder estar “cerca de los pobres”, con creativas respuestas que, antes del pontificado de Francisco, en ocasiones fueron recibidas con incomprensión.

Sobre el tipo de presencia que los tiempos demandan, no obstante, la general advirtió de que se necesita un estilo más dialogante, como propone el jesuita Javier Melloni, a quien definió como “maestro de espiritualidad”. Es necesario «pasar de nuestra obsesión de dar respuestas a las necesidades de la gente, a vivir la solidaridad de acompañar y buscar juntos juntas, a la solidaridad de acompañar”, perdiendo el tiempo que haga falta “para llegar a un encuentro profundo con las personas de donde surja la nueva normalidad”.

Aistentes presenciales a la asamblea, en el Centro Vedruna de Valladolid

La Vida Religiosa no es ajena a la situación de confusión generada por la pandemia, advirtió la general, citando un reciente encuentro del benedictino holandés Pedro Arnold con hermanas de Vedruna América. “Estamos como Jonás, escapando del Señor, y nos encontramos ahora en la ballena. No sabemos cómo salir, nos encontramos en una zona de confusión, sin horizontes”.

La situación impone una “noche de los sentidos”, que obliga a “trabajar las emociones”, incluidas “nuestras imágenes de Dios, nuestros apegos –incluso los espirituales y congregacionales–. Todo lo emotivo tiene que ser replanteado”.

Vivimos, también, una “noche de la voluntad”, marcada por la sensación de “impotencia”, de “la inutilidad de nuestra generosidad, que no la podemos encauzar hacia tantos frentes”.

Y una “noche intelectual”, en la que “también nuestra fe se tambalea”. Pero “la fe implica atravesar la duda”, añadió Inés García. “No tengamos recelo en expresar nuestras dudas. Porque a través de la duda se puede regenerar una fe mucho más pura, mucho mas evangélica, que nos conduce a vivir plenamente una espiritualidad mas allá de nuestras pequeñas percepciones”.

Volver a lo esencial

Como en otros momentos críticos de la historia, “ahora estamos en tiempos de vivir lo esencial, ir a la fuente de donde procede nuestra manera de vivir como seguidoras de Jesús. Se impone la vuelta a Galilea, a lo cotidiano”.

Sin idealizar esa cotidianidad, pero con la conciencia de que “el camino para la renovación de la espiritualidad es el despojo del poder”, en el que “la experiencia de pobreza” favorece “la confianza plena, única, en Dios, dejando los poderes del mundo a un lado”.

De este modo es posible “aprender a vivir la tensión entre el realismo de la fe y la utopía de la esperanza”. Sin “miedo de las tensiones”, que “pueden ser muy buenas para crear algo”. Y sin miedo a “hundirse en la profundidad del dolor humano”, porque “sin pasar por esta experiencia” cualquier anuncio será solo un puñado de “palabras huecas”.

De este modo, superando “la nostalgia del pasado”, “la tentación de mirar atrás”, se nos invita a “quedarnos con lo esencial”. Comenzando por lo cercano, por la vida cotidiana. “Estamos viviendo unos momentos donde estamos siendo conscientes de que lo esencial de la vida no son muchas cosas, son las cosas que dan sentido a lo que viendo”; concluyó la general. “Estamos dándonos cuenta de la importancia de los encuentros”. Y “ojalá aprovechemos bien los tiempos que se nos conceden para vivir la vida comunitaria en las pequeñas cosas de cada día con sentido”.

 

Fecha

octubre 4, 2020

Categoría

Nacional