La humanidad afronta hoy un momento crítico. ¿Qué hubiera dicho santa Joaquina sobre la crisis climática? Teo Corral bucea en las cartas de la fundadora para responder a esta cuestión.
¿Qué diría hoy Joaquina de la crisis climática? ¿Cómo se situaría ante el gran reto que tiene hoy ante sí la humanidad?
El cuidado de la casa común es una de las prioridades que se ha marcado la congregación Vedruna para los próximos años, pero la fundadora vivió en tiempos muy distintos a los actuales, en pleno despegue de la revolución industrial. Las preocupaciones sociales eran muy distintas entonces a las actuales, por lo que difícilmente podía esperarse encontrar orientaciones concretas en ella. ¿O sí…?
Teo Corral ha buceado el epistolario de la santa para encontrar pistas, indicios, predictores que permitan desentrañar cuál sería hoy su respuesta ante este desafío. La pasión de Joaquina de Vedruna por la vida, su sensibilidad por los cuidados y por las pequeñas cosas, su insistencia en la austeridad y en la humildad… aportan material de sobra para afirmar con un amplio nivel de confianza que Joaquina hubiera alentado con fuerza esta línea de acción que hoy promueve Francisco en la Iglesia.
Este fue el tema de la charla de Teo Corral en una sesión para toda la congregación organizada por la comisión internacional de Justicia, Paz e Integridad de la Formación junto al Eje de Formación de la Provincia Europa sobre las cartas de Joaquina desde una mirada ecológica.
Entre los argumentos de Teo Corral destaca la identificación de la fundadora con san Francisco, el gran santo de referencia para Laudato si’ (el nombre de esta encíclica proviene, de hecho, del Cántico a las Criaturas del Poverello), el que pidió ser enterrado “desnudo en la desnuda tierra”. El proyecto inicial de Joaquina era que la congregación se llamara “Hermandad de Penitentes Menores del padre san Francisco”, pero los avatares curiales de la época lo impidieron. Así y todo, con frecuencia siguió firmando “hermana Joaquina del padre san Francisco”, subrayó la religiosa de la Provincia Europa.
De esta forma se constata ya cierto “componente genético”, que, desde sus orígenes, vincula a la congregación Vedruna con la denominada hoy espiritualidad de la “ecología integral”. Desde ahí resulta fácil deducir cuál hubiera sido la actitud de Joaquina frente a la cultura que ha conducido a la crisis climática, esa “cultura colonizadora y explotadora de los recursos” y de los distintos “pueblos”.
La humildad salvará al mundo
Hoy el planeta se encuentra en un punto crítico. Es “la humildad” lo que “podría salvar a la especie humana”, añadió Teo Corral; la humildad que “deja de considerar a la especie humana como centro del universo, la que abandona el antropocentrismo, la que se deja fascinar por la fuerza vital de la naturaleza y se aparta de la fascinación del tener más, del consumir mas, apoderarse más de todo controlar poseer…”.
Desde esa humildad es posible dejar atrás esta etapa de “autodestrucción” para “comenzar de nuevo”, desde una “actitud reverente, respetuosa y humilde ante la vida”. Esa humildad que predicó y practicó Joaquina permitirá “retejer los lazos rotos con la tierra”, y hacerlo además de “forma justa”, incluyendo a esa mayoría de la población mundial a la que el sistema capitalista ha desterrado a los márgenes.
Pero el sistema de crecimiento capitalista ya no se puede mantener más. “La sostenibilidad de nuestro planeta solo se puede dar en un contexto de decrecimiento económico por un lado pero crecer los los grandes valores humanos que apuestan por la vida: más amor, más paciencia, más cuidado, más cooperación más diversidad, más bendición, más austeridad personal y colectiva, más resistencia…”, dijo Teo Corral.
Esto requiere un renovado sentido de la fraternidad. Tomar conciencia de que “todo lo que hay en el universo procede de un mismo origen”, de un “punto menor que un átomo” que estalló en “aquella bola de fuego llena de creatividad” llamado Big Bang.
Frente a ideologías inspiradas en Darwin y su visión de que “la evolución de las especies es una lucha por la vida en la que salen adelante los más fuertes y competitivos”, Teo Corral destacó que, “en el momento actual, es bonito ver que no solo en el ámbito religioso, sino en el social, en ámbitos científicos también, se valora mucho la cooperación y la compasión, y se reconoce que han sido estrategias adaptativas para muchas especies. Sin compasión y sin cooperación hubiese sido imposible que llegáramos hasta hoy”. Un motivo más para la esperanza, dado que, si bien la crisis climática no admite demora, cada vez son más, a la vez, las personas concienciadas y dispuestas a introducir cambios en sus estilos de vida cotidianos para restituir la relación armónica de la humanidad con la tierra.
Desde esos planteamientos, Teo Corral recurrió a un género literario muy característico en la Familia Vedruna –como lo calificó–, que consiste en imaginar cartas de la fundadora para ponerla en relación con los retos del momento presente y buscar inspiración en ella para afrontar los desafíos.
De haber vivido hoy, bien podría Joaquina haber escrito estas cartas:
Querida familia.
No permitáis que los fuegos que ardan hoy en el mundo sean los de las selvas deforestadas y las tierras desecadas; no consintáis que el calor que abrase y encienda sea el que derrite glaciares, provoca inundaciones y migraciones forzosas.
Convertíos en “criadoras de brasas”, discípulas de Aquél que vino a encender otro Fuego en la Tierra.
Apoyad las luchas de la juventud que alzan hoy la voz para mantener viva la memoria de nuestros orígenes.
Joaquina de Vedruna
Querida familia.
¿Recordáis a que el burrito de Vic que se empeñó en ir por otra calle y pararse donde no debía? Yo acepté ese cambio de rumbo humildemente, confiadamente, y la vida cambió para mí.
Os animo a que os dejéis llevar no por lo deslumbrante. los grandes éxitos, la competitividad profesional, las ganancias… Que os atraiga lo sencillo; que empeñéis vuestra vida en, como dijo el lema del día de la tierra que celebramos ayer , “invertir en nuestro planeta Tierra!”, y que al final de los días os encontréis desnudas, con la desnuda tierra”.
Joaquina de Vedruna
Querida familia.
Cómo me gusta vuestro tiempo actual en el que tanto habláis de cuidados. cierto que los descuidos son colosales y que el maltrato a la vida en
todas sus formas es evidente. Sin embargo confió en que el amor
ganará la partida, que la confianza os ayudará a no resignarnos ante el eco
pesimismo que hace temer nuevas destrucciones masivas, pero paraliza y nos deja asustadas, sin capacidad de reacción.
Ante el descuido, más resistencia, más resiliencia.
Joaquina de Vedruna
Querida familia.
Frente al eco pesimismo la eco alegría es la principal virtud, la eco alegría de saber que en el origen de este universo se encuentra dios, que acompaña a nuestro humilde caminar. Os animo a no escatimar ni medio esfuerzo para que vuestra participación en el proyecto de Misión Laudato si sea fecunda y creativa,
que os arriesgues a hacer lo que está en nuestra mano para cuidar este hermoso planeta y para que todas las personas puedan disfrutarlo con sus sabores sabores colores y maravillosas formas. Confianza. Todo irá bien
Joaquina de Vedruna