El 28 de agosto de 1954, poco antes del mediodía, entregaba su alma Joaquina de Vedruna. Junto a ella permaneció en sus últimas horas Veneranda Font, una de sus más estrechas colaboradoras. Abrumada por la muerte de Joaquina y por los estragos del cólera en la comunidad, daba así noticia del fallecimiento en sendas cartas, a la venerable Paula Delpuig, la segunda superiora de la congregación, y a José Joaquín de Mas, hijo de Joaquina:
Carta de Veneranda Font a la Madre Paula
«Barcelona, 29 de agosto de 1854. ¡Viva Jesús! Querida y apreciada Hermana: con el más profundo dolor de mi corazón tengo el desconsuelo de participar a V. la muerte de nuestra reverenda Madre (q. e. p. d.). Ayer a las tres de la madrugada le dio un ataque de apoplejía: a las seis y media otro de cólera; y como no tuvo resistencia para los dos juntos, entregó su espíritu al Criador a las once y cuarto del día. Quedó tan hermosa que parecía dormida, con un rosado tan subido a las mejillas, cual si la hubiesen pintado. Roguemos a Dios por ella, y confiemos intercederá por nosotras en el cielo en compañía de nuestro santo Fundador, el P. Esteban».
«He dado providencia para llevar auto de notario como ella es nuestra Madre Fundadora, a fin de que su cuerpo sea depositado en un nicho nuevo, y encerrado dentro de un ataúd de plomo».
«Mi sentimiento y la consternación y trastorno de las demás Hermanas ya puede V. figurarse cuál es. Pero, Hermana, Dios nuestro Señor me concedió ayer un espíritu muy particular: a pesar de hallarme hacía seis días en cama enferma y muy débil y en manos de médicos; tuve espíritu para estarme siempre junto a ella, y no la dejé hasta haber espirado. Ayer mismo al P. Segismundo le dio también un ataque de apoplejía, después otro, y fue agravándose la cosa de manera, que a las tres de esta madrugada ya ha sido difunto y este mediodía ha muerto la Hermana Cecilia también del cólera; estamos en tiempo de tribulación y de prueba: hay muchas Hermanas enfermas.
Su S.S. y H Veneranda Font».
Carta de la Madre Veneranda Font a Josep Joaquim
«Al Sr. Don José Joaquín de Mas.
Muy señor mío: Creo ya había V. recibido la última que le remití, dándole alegres noticias de nuestra Rda. Madre. Muy de otro modo he de expresarme en la presente, en que Dios nuestro Señor ha querido disponer de ella. A las tres de la madrugada le ha venido un ataque de apoplegía y á las seis y media otro de cólera, de lo cual ha muerto á un cuarto para las doce».
«Mi sentimiento ya puede V. figurarse cuál es, y cuál la consternación de las demás Hermanas. Su servidora no se ha movido de su cama hasta que ha expirado. Ha recibido los sacramentos y demás consuelos espirituales, que á nosotras nos ha sido posible procurar para bien de su alma».
«Esta tarde se hará un auto de notario cómo ella es nuestra Madre y fundadora, á fin de que su cadáver sea depositado en un nicho nuevo, que hemos comprado, y metido dentro un ataud guarnecido de plomo».
«Espero nos ayudará a rogar Dios por su alma.
Hermana Veneranda de San Ignacio».