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Una experiencia pascual

Una experiencia pascual

A punto de finalizar el tiempo de Pascua, se me hace necesario hacer memoria agradecida y nombrar, reconocer, agradecer, las señales de vida que me han acompañado en mi Galilea cotidiana durante este tiempo pascual.

Esas señales tienen nombre y rostro, son tierra sagrada y habitan en una tierra sagrada llamada Residencia Vedruna de Puerto Real (Cádiz). Los mayores de la Residencia son personas sencillas, alegres, cercanas, llenas de sabiduría. Una sabiduría manifestada en los gestos, las miradas, la brevedad de las palabras rebosantes de cariño. Durante muchos años seguro habrán “ensayado” el modo en el que querían vivir, dejar huella en nuestra sociedad, y ahora les brota de forma natural expresarse principalmente a través de gestos de amor.

Aunque no los he visto físicamente en estas semanas de Pascua, tuve la inmensa dicha de conocerlos en Semana Santa. El regalo de compartir no fue solo con ellos, sino también con la Comunidad de Hermanas y Laicado presente en este proyecto de misión compartida. La experiencia fue honda, nunca antes había podido palpar cómo la dimensión sanadora de nuestro carisma Vedruna abraza y se despliega completamente en un proyecto. Eso sucede en Puerto Real, una casa de puertas abiertas en la que el lema “juntos podemos, juntos lo conseguiremos” cuenta con todos: personal sanitario, voluntarios, laicos, Hermanas, amigos… para crear familia.

Aprender y valorar a los mayores no está muy de moda, pero en la Residencia Vedruna es posible encender nuestros corazones para recordar lo esencial que es cuidarnos unas/os a otras/os, valorarnos, acompañarnos, dedicarnos tiempo, querernos. Todo ello es muy necesario en cualquier lugar, con cualquier persona y en el ámbito que sea. Por eso, en mis propios “ensayos” del modo en el que elijo vivir, me quedo con el estilo de esta gran familia. Me quedo con el “amor y más amor” que Joaquina un día pronunció y hoy nos sigue invitando a vivir, con Jesús en el centro y haciendo posible el Reino en el que reconocemos a cada persona como don.

Geraldyn Carrero

Fecha

mayo 25, 2022

Categoría

Opiniones