Alienum phaedrum torquatos nec eu, vis detraxit periculis ex, nihil expetendis in mei. Mei an pericula euripidis, hinc partem.

UNANIMA entrega el premio “Mujer de Coraje” a Helena Maleno, “la mujer que más vidas ha salvado en el Estrecho”

UNANIMA entrega el premio “Mujer de Coraje” a Helena Maleno, “la mujer que más vidas ha salvado en el Estrecho”

El arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo, envió un emotivo mensaje de agradecimiento a la fundadora de Caminando Fronteras: “Con tu compromiso de justicia me llevaste de la mano al mundo de los migrantes pobres, a sus vidas, sus esperanzas, su dolor… Tú conocías de cerca el infierno al que eran arrojados, y me ayudaste a tomar conciencia de la responsabilidad que tenía con ellos por mi condición de obispo en aquella Iglesia”.

La fundadora de la ONG Caminando Fronteras ha recibido el Premio “Mujer de Coraje” de manos de la directora ejecutiva de UNANIMA Internacional, la irlandesa Jean Quinn, que representa ante la ONU a 25 congregaciones religiosas femeninas, con alrededor de 25.000 miembros.

El acto tuvo lugar en el Colegio Mayor Vedruna de Madrid, con presencia de representantes de CONFER y de diversas instituciones civiles y de Iglesia que trabajan con personas migrantes, entre ellas la abogada de Coordinadora de Barrios y La Merced Migraciones, Patricia Fernández, o el párroco de San Carlos Borromeo, Javier Baeza.

Helena Maleno es conocida tanto por su trabajo en defensa de las personas migrantes en el Estrecho, como por el hostigamiento que su trabajo le ha provocado por parte de la justicia marroquí y la policía española. En 2021 fue expulsada de Marruecos, donde vivía desde hacía dos décadas, y donde se había convertido en una incómoda testigo en uno de los puntos negros del planeta en materia de vulneración de derechos humanos de personas migrantes. A orillas de un mar convertido en un gigantesco cementerio a cielo abierto, la activista daba aviso a Salvamento Marítimo tras cada llamada de socorro que recibía de las pateras, y ayudaba a las familias de las personas fallecidas a “darles un entierro, una despedida adecuada”. Se le acusó de tráfico de personas.

Hoy, desde el exilio, Helena Maleno “sigue mostrando valentía” en su trabajo en la defensa de los derechos humanos, “a pesar del acoso judicial y de las amenazas de los gobiernos tanto de Marruecos como de España, que han criminalizado sus esfuerzos”, según destacaba al entregarle el premio Jean Quinn, presidenta también del Comité de ONG sobre Desarrollo Social de la ONU.

“La mujer que más vidas ha salvado en el Estrecho”

Montserrat Fenosa, del Equipo Provincial de Vedruna Europa, presentó a Maleno como “la mujer que más vidas ha salvado en el Estrecho”, afirmación tomada de informaciones periodísticas en las que se estimaba la cifra en unas 10.000 personas.

“Estamos aquí para reconocer y para celebrar el compromiso excepcional de Helena. Celebrar la vida y la esperanza que brotan de las entrañas de misericordia y de la acción decidida de esta mujer”, añadió Montserrat Fenosa. “Celebramos, aun en medio de tanta injusticia que puede hacernos desesperar. Podemos celebrarla porque hay personas como Helena que no son indiferentes, que se ponen en la piel de las otras y trabajan para que tengan vida y visibilizamos tantas situaciones que obligan a que muchas personas tengan que marcharse de su tierra, o carezcan de una vida digna, visibilizamos al continente africano que clama justicia, visibilizamos la existencia de unas leyes restrictivas para reconocer la ciudadanía y la dignidad de quienes llegan a Europa; visibilizamos tanta inhumanidad en las fronteras por donde las mercancías pasan sin dificultad, pero no las personas; y también ese sistema llamado de seguridad de las fronteras que, en realidad, provoca la mayor inseguridad de millones de personas y miles de muertos antes de tiempo”.

Amparo de la Calle, hermana de enlace de JPIC Vedruna con CONFER, fue la encargada de explicar por qué el Equipo de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Provincia Vedruna de Europa propuso a Helena para el Premio Mujer de Coraje 2022. Fue en el verano de 2021 –contó, dirigiéndose a la galardonada–, cuando “supimos que la criminalización contra ti se había agudizado, y que no te dejaban retornar a Marruecos”. “Vimos que eres una mujer que defiende y acompaña a personas y comunidades en movimiento. Que denuncias lo que haya que denunciar. Y que no retrocedes ante las consecuencias que ello te reporte. Y vimos, además, que era una forma de solidarizarnos contigo y que el premio podía ayudarte, en medio de la criminalización”.

Santiago Agrelo: “Me llevaste de la mano al mundo de los inmigrantes pobres”

La fundadora de Caminando Fronteras llegó a la entrega del premio, este domingo en el Colegio Mayor Vedruna de Madrid, arropada por Javier Baeza, el párroco de San Carlos Borromeo, quien agradeció su empeño por “hacer de este mundo un lugar más habitable”.

“Nos parece que reconocer hoy a esta mujer coraje, en estos momentos de genocidio y pactos migratorios contras las personas que migran, es refrescar aquella intuición de tantas fundaciones: educar y cuidar…”, dijo. “Para quienes creemos en el Dios de la Vida, madre y padre de todas, el reconocimiento a Helena tiene sus entrañas, precisamente, en que ella se ha comprometido en cuidar a quienes hoy forman parte de esos enfermos a quienes muy disimuladamente, se excluye y margina: las personas migrantes”, trabajo que ha realizado acompañando “a tantas personas en precarias pateras, o en el auxilio tras los saltos a las vallas que hieren, mancillan y matan”. En ocasiones, también, ayudando a las familias “en la búsqueda de sus seres queridos muertos o tragados por el mar para darle el descanso sagrado cuya vida no les proporcionó.”

“Para nosotras y nosotros, pequeña y significativa comunidad de San Carlos Borromeo en Entrevías, contar con Helena como amiga y compañera es seguir mirando el horizonte con la Esperanza que nos mostró el pequeño nacido en un pesebre. Además de una fortuna, acompañar y estar junto a Helena, es seguir empeñados en hacer de este mundo un lugar más habitable”.

Desde la distancia, se sumó al acto el arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo. “Quiero dejar testimonio personal de mi gratitud –dijo–, porque con tu compromiso de justicia me llevaste de la mano al mundo de los migrantes pobres, a sus vidas, sus esperanzas, su dolor… Tú conocías de cerca el infierno al que eran arrojados, y me ayudaste a tomar conciencia de la responsabilidad que tenía con ellos por mi condición de obispo en aquella Iglesia.

El arzobispo emérito de Tánger no olvida un mensaje que recibió de Helela Maleno en Tánger en 2010, “un mensaje en el que quedaba retratado tu corazón, tu mundo, lo que tú eres: «Imagina que diste a luz el domingo pasado en un hospital público marroquí: un niño precioso. Imagina que te dieron el alta al día siguiente, lunes. Imagina que volviste a casa, cansada, sangrando del postparto, con dolores aún en un útero que lucha por volver a su sitio. Imagina que en casa te está esperando tu niña de dos años y tu pareja. Imagina que esta mañana mientras bañabas al bebé comenzaste a ver que le costaba respirar. Imagina que corriste al hospital… Imagina que te dijeron que no podían atenderte. Imagina que fuiste dos veces. Imagina que, la tercera vez, tu bebé dejó de respirar casi en la puerta del hospital. Imagina que pediste auxilio por tu bebé muerto. Imagina que se lo llevaron a la morgue del hospital. Imagina que, a ti, a tu niña de dos años y a tu pareja os llevaron a comisaría… imagínate negra, imagínate africana, imagínate pobre, imagínate sin papeles… Mañana iremos al tribunal, mañana un hombre de este Reino decidirá si te tiran a ti y a tu niña al desierto de madrugada. A partir de ahí la suerte decidirá si serás violada, si tu hija será raptada o, por qué no, violada también». Aquel 16 de febrero de 2010, te escribí: «Querida Helena: Estoy aprendiendo a descifrar lo que, en mi entorno, quiere decir ser negra, africana, pobre y sin papeles. No me pidas, sin embargo, que imagine angustias que no he llegado a padecer, o un amor que no he llegado a conocer. Necesitaría entrañas de mujer para saber lo que duele un hijo perdido, perdido apenas abrazado. Necesitaría un corazón de madre para intuir el amor que se regala en una caricia apenas estrenada». Entonces, no sé si oportunamente o fuera de lugar, también yo te invité a imaginar: «Imagina, si puedes, el amor con que Dios nos ama, amor tan sin medida que Dios ha entregado a su Hijo, para que por él tuviésemos vida eterna. Imagina, si puedes, el amor con que nos visita cuando, mujer “negra, africana, pobre y sin papeles”, Dios llama a la puerta de nuestra vida, viene a nuestra casa, viene a su casa, viene a los suyos… Si el mal que me pides imaginar resulta absurdo en tu mundo soñado de mujer, “imagina” su tenebrosa oscuridad en el mundo que Dios ha soñado para nosotros y para él.» En este día de reconocimiento a tu trabajo, a tu compromiso, a tu vida, volvemos a imaginar, como hace años, «un océano de amor que envuelve el mundo y lo redime del mal». Un abrazo, desde el corazón de este hermano menor”.

Fotografías: Javier Baeza

Fecha

mayo 25, 2024

Categoría

JPIC