Nacida en Villalba de los Barros (Badajoz). Es una persona discípula y seguidora de Jesús de Nazaret y comprometida con su proyecto de Reino. Como hermana Vedruna sabe arrimar el hombro, sumar a las causas justas que hacen la vida de las personas de cerca y de lejos más felices.
Es una carmelita Vedruna que como lo hizo Joaquina de Vedruna en su tiempo, sabe escuchar los gritos de la realidad y se empeña en ofrecer con otros y otras acciones concretas. Jubilada de la tarea educativa como profesora de inglés en centros públicos y concertados, tareas de dirección y otras formaciones: español para mujeres, alfabetización de migrantes…
En la actualidad participa de la Misión Vedruna en la Residencia de Mayores y en grupos locales de Puerto Real como la Asociación Pro DDHH Andalucía (APDHA), Puerto Real Solidaria, colectivo de mujeres 8 M; Prendas Bahía (tiendas de ropa de Segunda Mano). Con estos colectivos va haciendo camino hacia una sociedad más justa, pacífica y ecológica.
En sus palabras de agradecimiento al nombramiento de hija adoptiva de la villa de Puerto Real destacó sus deseos, teniendo en cuenta las dificultades de las personas mayores, en concreto de la Residencia, de las mujeres, de los niños y de la población en general “que las calles puedan ser recorridas sin tropiezo por las personas mayores con sus andadores y con sus carritos. Que todos disfrutemos del parque natural de las Canteras recuperada (del incendio sufrido hace un año), de la playa de la Cachucha, de espacios sin contaminación, donde las mujeres y los niños podamos caminar tranquilamente a cualquier hora del día o de la noche”.
Resaltó que son tres los pilares que la sostienen: La fe en Jesús de Nazaret. La comunidad de Vedruna presente en Puerto Real desde 1882 y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.
Y parafraseando a Eduardo Galiano que dice “Mucha gente pequeña, en sus lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo, añadió que así lo hizo también Jesús de Nazaret en su tiempo, un lugar pequeño en el mundo, con mucha opresión y pocas manos disponibles, lo hizo Joaquina de Vedruna, contando en sus inicios con 9 mujeres, y así vamos haciendo posible que pequeños grupos desde distintas creencias unamos nuestras manos y codo con codo seamos capaces de hacer una villa mejor, un mundo mejor, más justo e igualitario.
“.. deseamos seguir presentes en contextos donde la vulnerabilidad se hace más patente, contextos que necesitan más recursos humanos y ayuda económica para sostenerse..” Documento: Nacer de nuevo NdN nº 17, pág 37 ¡Capítulo General XXVIII año 2023!!
Oliva Pedrayes