Me ha llamado la atención la falta de cobertura en nuestros medios de comunicación social respecto a la peregrinación por la paz a Kyivque estos días ha realizado una veintena de líderes religiosos, entre ellos la hermana Sheila Kinsey, representándonos a la vida religiosa.
Desde el 23 al 26 de mayo han estado en Kyiv para orar juntos por la paz y estar junto al pueblo ucraniano [1]. Han respondido a la invitación que el alcalde de Kyiv hizo en el mes de marzo, tras otro encuentro religioso por la paz.
Ya sabemos que el Papa Francisco, incluso desde antes de la invasión, no ha cesado de entablar diálogos, de enviar delegados significativos a Ucrania, a Rusia, misiones humanitarias y, por supuesto de orar y de expresar su rechazo a la guerra en sus intervenciones públicas y audiencias, e interpelando a las partes para que instauren un alto el fuego y negocien. Incluso se ha dicho que se baraja la posibilidad de que pueda ser aceptado como mediador en la mesa de negociación para la resolución del conflicto.
Estas acciones han sido tímidamente publicadas. ¿Será porque la postura del Papa no es la de estar a favor de ninguno de los actores en conflicto sino a favor de que cese la guerra y el sufrimiento de tantas personas, y manteniendo una misión de emergencia para la ayuda humanitaria y el apoyo espiritual entre tantas otras?
Por eso, no me ha extrañado tanto cuando he buscado hacer el seguimiento de la visita de los líderes religiosos, y no he encontrado nada en los medios. Ya estamos bastante acostumbradas a un grado importante de parcialidad en la información periodística.
Pero los hechos y los gestos son, aunque sean silenciados o arrinconados. Y estas iniciativas han de ser escuchadas y alentadas, no sólo los envíos de armas u otros sensacionalismos, o alimentando la ira contra los “enemigos”. Porque como Francisco dijo el día 23 en una audiencia, la primera protección es la que nos preserva del aislamiento social (…) y es un modo muy importante de dar voz a la esperanza.
Desde JPIC y en esta Semana en que celebramos los 7 años de la Laudato Si, queremos dar voz a esta iniciativa desde este rinconcito Vedruna, ya que el periodismo no se la da. Dar voz a este encuentro que puede ayudar a construir una red de respeto y fraternidad(LS 201), también en medio del conflicto porque las personas nos necesitamos las unas a las otras. Y con ello, queremos dar voz a la paz, dar voz a la reconciliación en Ucrania, en Rusia y en tantos otros conflictos alrededor del mundo de los que apenas nos cuentan nada.
Estamos con Fratelli Tutti: “hace falta una mejor política puesta al servicio del verdadero bien común” (FT 154). Con el amor político, la amistad social, porque entre nosotros no debe ser como los jefes de las naciones que las someten y dominan (cf. Mt 20,25-26). “Esto supone otra manera de entender relaciones e intercambio entre países(…) si todo ser humano es mi hermano o mi hermana, y si en realidad el mundo es de todos, no importa si alguien ha nacido aquí o si vive fuera de los límites del propio país. También mi nación es corresponsable de su desarrollo(FT 125).Nos necesitamos los unos a los otros(LS 229).
Montse Fenosa Choclán
JPIC Vedruna Europa
[1]https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2022-05/guerra-ucrania-kiev-paz-oracion.html