La Asociación Elín, vinculada a Vedruna y radicada en Ceuta, ha lanzado un duro comunicado de condena por la actuación de las fuerzas de seguridad de España y Marruecos, con el resultado de al menos 27 personas fallecidas en la frontera de Melilla. El documento denuncia “la estructura racista y xenófoba” de las políticas migratorias y exige respeto a “la legislación internacional”, junto a “vías legales y seguras que permitan a las personas ejercer sus derechos de solicitud de asilo y refugio y de migrar, preservando su integridad física y mental”.
Este es el texto del comunicado:
«Desde la Asociación Elín condenamos la situación de violencia vivida ayer en la frontera de Marruecos con Melilla y que ha costado la vida, por el momento, de al menos a 27 personas y más de 300 heridos. No son números, pues cada una de ellas tenían y tienen un nombre, una historia, una familia y unos sueños a realizar.
A través de este comunicado, declaramos que la represión violenta ejercida por parte de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado español y de la Gendarmería marroquí ante el intento de acceso por la zona del vallado fronterizo del Barrio Chino, en Melilla, responde a una de las expresiones más sangrientas de las prácticas de nuestras políticas migratorias. Unos actos violentos que revelan la estructura racista y xenófoba de esas políticas porque, según la entidad, discriminan a las personas según su perfil étnico y procedencia, aun a pesar de ser personas que huyen de guerras, como las que intentaron acceder a la Ciudad autónoma en el día de ayer.
Muchas de estas personas que vivieron este desamparo proceden de Chad y de Sudán, países que, al igual que otros muchos, se encuentran inmersos en conflictos bélicos desde hace muchos años y de las que ACNUR reconoce su estatuto de personas refugiadas. Desde Elín no comprendemos cómo el presidente del Gobierno puede felicitar a Marruecos antes las muertes y las imágenes que nos ha dejado la jornada de ayer y que hemos podido ver a través de los medios de comunicación.
Es por ello que denunciamos el doble rasero con el que se trata a las personas procedentes de determinados países cuando, apenas 3 meses después, se ha demostrado que cuando existe voluntad política, la acogida y el establecimiento de vías legales y seguras para las personas que necesitan protección de sus vidas pueden ser un hecho y se activan rápidamente con todas las garantías necesarias.
Por todo ello, exigimos que se respete la legislación internacional, que no cosifiquen más vidas para utilizarlas como bienes intercambiables y que se habiliten vías legales y seguras que permitan a las personas ejercer sus derechos de solicitud de asilo y refugio y de migrar, preservando su integridad física y mental.
Migrar es un derecho, no es un delito.
#NoMásMuertesEnLasFronteras».