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En marcha la novena edición de la comunidad itinerante de Monte Carmelo

En marcha la novena edición de la comunidad itinerante de Monte Carmelo

“Me enamora el método y vuestra manera de abordar el acompañamiento, con una actitud sincera de escucha al otro”, destaca uno de los participantes en el último encuentro de Monte Carmelo, el programa de formación del Equipo Ruaj para agentes de pastoral que acompañan a jóvenes. Estos son algunos testimonios que dejó la sesión:

 

Mediación privilegiada

Con la incorporación de diez nuevos participantes, hemos completado el segundo Encuentro en Valladolid del 1al 6 de julio de la novena edición de Monte Carmelo. 44 personas de edades y procedencias geográficas diferentes; distintos carismas y vocaciones; hombres y mujeres con implicación pastoral, social, educativa… con ganas de profundizar en el acompañamiento como mediación privilegiada para el crecimiento y la evangelización hoy en el concierto de otras mediaciones.

Iniciado hace más de 20 años, dentro de la programación del Equipo Ruaj, Montecarmelo es un programa específicamente pensado para la formación de agentes de pastoral que acompañan a jóvenes en muy diferentes plataformas.

El arranque de esta novena edición tuvo espacio para adentrarnos en contenidos de pastoral de acompañamiento de la mano de Lola Arrieta y Luica Villanego, integrantes de Ruaj, que hablaron sobre los vínculos y su importancia en el acompañamiento y la entrevista como mediación. Antonio Verdugo, sacerdote diocesano de Valladolid, nos acompañó en el tema de la noción de Dios desde la pregunta “¿Qué decimos cuando decimos Dios?”. Toda una invitación a profundizar en nuestra imagen de Dios. Y como en cada encuentro, espacio para celebrar la fe, para compartir en profundidad en grupo, y para trabajar en los talleres prácticos.

Guenther Boelhoff, miembro del equipo Ruaj y coordinador de la actividad

 

Tierra sagrada

Gratitud es la palabra que expresa todo lo que he vivido estos días en el segundo encuentro de MC9. Después de este tiempo compartido, brota de lo más profundo de mi ser, la palabra “gracias”. Gracias por todos y cada uno de aquellos que formamos parte de esta pequeña comunidad itinerante, tierra sagrada, ante la cual, solo puedo sobrecogerme y descalzarme. Gracias por ese maravilloso horizonte que en el ámbito del acompañamiento se ha abierto ante mí y que tímidamente vislumbro con gran respeto. Gracias al Dios de la Vida, que me acompaña y sostiene y que ha guiado mis pasos hasta aquí…

Jovita, profesora laica

 

Tiempo de crecimiento espiritual y mental

Doy gracias a Dios por los beneficios espirituales y materiales recibidos en Mote Carmelo. Han sido tres años de gracia, un tiempo de crecimiento espiritual y mental. Tiempo de conocer, hacer, ayudar y abrazar la vida de acompañamiento con escucha con apertura, tiempo de acoger, acercar y ayudar mutuamente.

La fraternidad me ha ayudado mucho a conocer unos a otros con mucho respecto.  No puedo ni explicar mi agradecimiento por cada miembro de Monte Carmelo. Lo que va a quedar conmigo es rezar por cada uno de ellos para que puedan seguir ayudando a los demás.

Pauline, religiosa

 

En proceso y en camino

Llegué a este programa de manera voluntaria (quiero decir que no me envía ninguna institución) y habiendo dejado pasar varias ediciones por miedo e inseguridad hacia el acompañamiento. Pero un seminario enfocado a profesores y agentes de pastoral en el que participé como Familia Vedruna en noviembre me terminó de animar. Seguían los temores e inseguridades, pero según han ido pasando los días en este primer encuentro, me he ido descubriendo sensible hacia el acompañar y un poquito más capaz, pudiendo enfocar la mirada y conectar con quiénes formáis el equipo Ruaj y con los demás compañeros, sobre todo cuando vivíamos la experiencia de los talleres. Celebro especialmente de estos días en primer lugar la presencialidad; creo que es pilar fundamental para que se ponga en marcha la comunidad itinerante de Monte Carmelo. También valoro el grado de motivación y apertura de los participantes pues eso ha hecho que encontremos muchos vínculos, que se genere relación y así posibilitar un compartir profundo y sincero. Celebro además la gracia del encuentro en diferentes momentos y espacios durante estos días y fruto del «estar de corazón en cada cosa». Por último, celebro que me descubro en proceso y en camino hacia el acompañamiento haciéndome consciente de la gran importancia que adquiere la escucha activa en este arte de acompañar y que cada entrevista o encuentro de acompañamiento tengo que vivirlo como un compartir entre el acompañado, el acompañante y Dios.

David, Laico, miembro de la comunidad Sígueme y profesor de infantil

 

Hondura y sinceridad

Estos días en Monte Carmelo han sido un doble regalo. Por un lado, la generosidad y compromiso de mis compañeros en su compartir hondo y sincero. Creo que las palabras serían esas, hondura y sinceridad. Y a nivel personal, me han aportado horizonte y seguridad, han posibilitado que crea en los dones que se me han regalado y he vuelto a constatar la Presencia del Espíritu en los acompañamientos. Por eso me enamora el método y vuestra manera de abordar el acompañamiento; veo que realmente «sólo con una actitud sincera de escucha al otro, sin juicios y con respeto», se movilizan en la persona la capacidad de reflexión sobre su propia vida y es le ayuda a darse cuenta de cómo se siente y qué puede ir haciendo desde ahí.

Gracias por todo. He venido con «mas energía», de alguna manera renovada. Y no lo digo yo: antes de ir a Valladolid estaba agotada y en cierta manera estancada. Al volver, además de constatar por mí misma como mi actitud es más positiva y confiada en Dios y en el Espíritu…, hasta los demás me dicen que me ven «llena de Vida», con ilusión y esperanza.

Concha, laica educadora y trabajadora social dentro del equipo técnico de Fiscalía de Menores

 

Caminar juntos al encuentro de Dios

Hemos convivido en un encuentro de hermanos y hermanas, que ha sido también un encuentro con Dios. Destaco la confianza entre unos y otros. Sin casi conocernos, abiertamente hemos compartido lo que vivimos interiormente, dentro de cada uno. Es un caminar juntos para ir al encuentro de Dios.

Micheline, religiosa Vedruna y profesora

Fecha

julio 28, 2021

Categoría

Otras