El Fondo Social del Colegio Vedruna de Carabanchel (Madrid) atiende a 60 familias, gracias a la mirada atenta de toda la comunidad educativa.
Ignacio Ellacuría solía hablar del “lugar que da verdad”; según él, los márgenes de la sociedad son atalayas privilegiadas desde las que se aprecia la verdad o la falsedad de la realidad (siempre histórica). La perspectiva periférica que ve el mundo desde sus márgenes proporciona un saber no aprehensible desde otros lugares y esto es lo que estamos viviendo en el Colegio Vedruna de Carabanchel (Madrid) y también en el equipo del Fondo Social.
Hablamos de nuestra escuela que hace camino y mientras pone en marcha las programaciones, reflexiona sobre métodos de enseñanza-aprendizaje, afina para que la evaluación sea una oportunidad más que una sanción, se esmera en tutorías personales y grupales, se acerca a las familias, acompaña desde el Departamento de Orientación… Mientras se entrega a esta inmensa tarea… Descubre.
Descubre al alumno herido por la desprotección familiar y social, inmerso en una soledad que se le hace irresistible.
Descubre la huella que deja una familia desestructurada que, tal vez sin darse cuenta, invisibiliza al menor y anula muchas de sus posibilidades de autoestima y superación.
Descubre alumnos que, enmarcados en un grupo, se sienten al margen, con dificultades de crear relaciones sanadoras y acuden a mecanismos como el aislamiento, la desgana, la negación o la rebeldía por sistema.
Descubre y escucha al que grita sin palabras, al que pide ayuda sin lágrimas.
Por descontado, identifica al alumno que en medio de tanta dificultad se plantea metas, quiere avanzar, pide ayuda, se siente responsable y quiere salir de la situación en la que está.
En este contexto, el Colegio Vedruna, fiel a sus orígenes, al legado de Joaquina, “quisiera remediar las necesidades de todos los pueblos”, a través de, entre otros recursos, tutorías, departamento de Orientación, enseñanza personalizada, apoyos, grupos de refuerzo, instituciones externas que intervienen para enriquecer la educación, etc.. Como ya hemos dicho, el Fondo Social atiende a 60 familias, gracias a la mirada atenta de toda la comunidad educativa.
Este curso estamos poniendo el acento en:
– Orientación para que las familias normalicen su situación legal.
– Derivación a otras instituciones con recursos para cada situación detectada.
– Intercambio y colaboración con entidades como Faundación Tomillo, YMCA, Cruz Roja, InteRed, etc.. para mejorar condiciones de atención y crecimiento del menor y sostén a las familias.
– Oferta de terapias con la colaboración de la Universidad Pontificia de Comillas para
generar espacios de ayuda integral.
– Orientación al mundo laboral en una doble dirección: proponiendo cursos de
formación para que la familia adquiera al menos certificados profesionales que les abran puertas para el trabajo y colaborando con dos empresas empleadoras..
– Impulso en la adquisición y utilización de recursos informáticos (Chromebook), habiendo gestionado 22 dispositivos en régimen de préstamo y 20 como ventas aplazadas, adaptadas a las posibilidades de cada familia.
– Oferta periódica de alimentos para aquellas familias que no pueden cubrir necesidades básicas, ahogadas por los precios de alquileres, recibos de luz, gas, agua. Repartimos unas 40 bolsas.
– Búsqueda y fidelización de donantes, bien particulares o empresas.
Esta labor del Fondo Social, como un recurso más, dentro de la dinámica escolar no sería posible sin la colaboración de los donantes, el empeño de la Comunidad Educativa, el apoyo del Equipo Directivo y la dedicación del equipo de profesores voluntarios que gestionan este Proyecto, que calladamente ofrecen un recurso más para hacer realidad una Escuela fiel a sus orígenes, una escuela evangelizadora que, como dice Ellacuria, se ha abierto a la perspectiva periférica y está aprendiendo a ver el mundo desde sus márgenes, saberes no aprehensibles desde otros lugares y que irremediablemente comprometen con la acogida, el respeto a todas las situaciones, el acompañamiento, la dedicación de recursos y tiempos, como nos enseña la parábola del buen samaritano.
¡Ojalá descubramos caminos para hacer de nuestra escuela una escuela evangelizadora desde la práctica diaria del Evangelio.
Y con estos deseos nos acercamos a la Navidad, deseándoos a todos que Dios nazca en cada una de nuestras realidades y nos siga convocando al bien, la justicia y la verdad.
Equipo Fondo Social
(Antonio Matas, Asunción Blanco, Paloma Becerra, Pilar de Pazos, Almudena Rodríguez, Cristina García Escudé)