“Gracias por darme fuerza en mi dura lucha contra la enfermedad”
Carta de agradecimiento de un paciente de Covid del Hospital de Granollers a la Vedruna que le ha acompañado durante el ingreso y ha mantenido informada a su família.
“Doy gracias a Dios y estoy muy contento de poder salir por mi propio pie, pero no te miento si te digo que echaré de menos nuestros breves encuentros”.
Es la despedida de Roc, paciente en el Hospital de Granollers, a Maria Dolors Sitjes, antigua subdirectora de Enfermería, y desde 1997, directora del Servicio de Acompañamiento Religioso y Espiritual del centro.
En tiempos de Covid y protocolos espartanos, este servicio aporta “seguridad, consuelo y fortaleza para seguir adelante”. A los enfermos, pero también a sus familiares, que, en el caso de la esposa Roc, ha podido estar permanente informada gracias a Maria Dolors Sitjes.
La religiosa pertenece a una comunidad Vedruna que continúa en el Hospital de Granollers la labor iniciada cuando Paula Delpuig, sucesora de santa Joaquina Vedruna, fue requerida por las autoridades en 1855 a enviar a un grupo de hermanas que se hicieran cargo de la gestión del centro.
Esta es el texto de la carta de Roc:
Estimada Maria Dolors,
Tan sólo cuatro líneas para mostrar mi agradecimiento por el acompañamiento que me has procurado durante mi estancia en el Hospital de Granollers.
Agradecido, en primer lugar, por haberme facilitado poder recibir el sacramento de la Unción de los Enfermos. Al margen de la tranquilidad espiritual que para mí representó el hecho de recibirla, estoy convencido que a partir de aquel momento, empezó la mejoría en mi estado.
En segundo lugar, el hecho de, la mayor parte de los días que he permanecido ingresado, haya podido recibir a Jesús Sacramentado, aparte de la Gracia Santificante que me aportaba, también aumentaba mi Seguridad, consuelo y fortaleza para seguir adelante en la difícil lucha que he librado con la enfermedad.
Y, finalmente, gracias por las breves meditaciones o comentarios que cada día hemos podido compartir, ya sea sobre determinados textos de la Misa del día o sobre otras cuestiones que surgían en el momento. Todo ello ha alimentado también las meditaciones que tengo por costumbre hacer diariamente.
Estoy a punto de abandonar este hospital, donde me he sentido tratado de una forma excelente tanto en el aspecto médico, como de asistencia personal y sentimental. También por la información, facilitada cada día y también en momentos puntuales a mi esposa Mª Dolors.
Doy gracias a Dios y estoy muy contento de poder salir por mi propio pie, pero no te miento si te digo que echaré de menos nuestros breves encuentros.
Sabes que me tienes a tu disposición para cualquier cosa que necesites y estoy seguro que nos volveremos a ver. Muchas gracias por todo y un fuerte abrazo.
Unidos en Cristo,
Roc