«Ha sido un gozo pasar tantas horas con Joaquina, tratando de situarla en su contexto; tratando de mostrarla cercana a nuestra realidad actual». Teresa Llach presenta su nuevo libro, Joaquina de Vedruna, cuatro vidas en una, publicado en Claret.
Seguramente esta reseña llegará cuando todas la comunidades hayan recibido Joaquina de Vedruna, cuatro vidas en una, que empezó a distribuirse el 22 de mayo, fecha del prólogo.
Con humor, alguien señaló que el subtítulo le recordaba el conocido aerosol “tres en uno”: limpiador, lubricante, protector. Pero la persona de Joaquina limpia de corazón, no chirriaba, porque fue ungida con el óleo de los sacramentos del bautismo, de la confirmación, de la extremaunción, simbolismos que recogió en su corazón y vivió conscientemente.
Joaquina de Vedruna y Vidal, Joaquina de Mas y de Vedruna, Joaquina viuda de Mas, Joaquina del Padre san Francisco, he aquí la diversidad unificada por su centro, el buen Jesús.
Ha sido un gozo pasar tantas horas con Joaquina, tratando de situarla en su contexto; tratando de mostrarla cercana a nuestra realidad actual. Y con el deseo explícito de no novelar, de dar por cierto lo documentado y por supuesto lo que puede deducirse lógicamente.
El objetivo es bien claro: actualizar una obra sobre ella, accesible, lo suficientemente completa, sin ser exhaustiva, para las hermanas jóvenes y no tan jóvenes. A este respecto se ha editado en castellano y catalán, y la editorial las ha enviado al mismo tiempo. En proyecto está realizar la versión inglesa y la francesa. Una biografía para toda la famila Vedruna en definitiva, y para cuántas personas puedan mostrar un interés poque saben algo de ella o porque les interrogue de entrada esta figura al ver el libro en venta en algunas librerías.
Esta biografía, con todo, es solamente, una rendija, una aproximación a una vida tan rica por lo que Joaquina fue, hizo, sufrió y gozó, no buscando nada más que la gloria de Dios, atenta precisamente por eso a cuanto la concernía y la rodeaba. El amor tejió su vida. Las contradicciones y las pérdidas de los que más amaba no la hundieron en una tristeza depresiva. El proyecto de Dios fue sorprendente: La quería fundadora de una Familia religiosa, desde la humildad, la pobreza; con la oración, la vida fraterna y la alegría, dándose enteramente a los más necesitados de su tiempo y abriendo camino para que las carmelitas Vedruna siguiéramos sus huellas.
Teresa Llach, ccv