“Lo que quieren los vecinos es que se reestablezca ya la luz”, afirma la Vedruna Isabel Díaz, voluntaria en la Cañada Real.
Pasado el temporal de nieve, azota Madrid una ola de frío, con temperaturas que se esperan de hasta los 12 grados bajo cero.
La situación golpea con especial dureza el poblado de infraviviendas de la Cañada Real Galiana, donde, desde hace tres meses, más de 4.000 personas viven sin suministro eléctrico. La Comunidad de Madrid había rechazado hasta ahora actuar, alegando que se trata de un problema de seguridad, provocado por plantaciones ilegales de marihuana, mientras la Delegación de Gobierno insistía en que la solución a esta crisis no puede ser única ni principalmente policial. Un auto del Tribunal Superior Tribual Superior de Justicia de Madrid rechazaba hace unos días las medidas cautelarísimas solicitadas por una familia que pedía reestablecer la luz.
En medio de esta situación, la compañía Naturgy ha propuesto este lunes restablecer la luz a las viviendas que el ejecutivo regional y los municipios afectados (Madrid y Rivas Vaciamadrid) identifiquen que corresponden a personas vulnerables, mientras repartía bombonas de butano en colaboración con la Comunidad. Un incendio desatado el día 9 en una vivienda servía, no obstante, de recordatorio acerca de los riesgos de este tipo de soluciones.
Las entidades sociales tratan de mediar para encontrar una solución y han ofrecido sus espacios acondicionados para que los vecinos del sector 6, el más afectado, puedan pasar la noche. Solo una familia ha aceptado el ofrecimiento. La Vedruna Isabel Díaz, de la Comunidad de Villaverde, ve en ello “un gesto de dignidad que les honra”. “Han dicho que ellos no son indigentes, porque ya tienen sus viviendas, y que lo quieren es que se reestablezca ya la luz”, afirma la religiosa, que trabaja desde hace diez años como voluntaria en la comunidad parroquial de Santo Domingo de la Calzada.
La parroquia ha abierto también sus puertas noche y día, principalmente para usuarios del Centro de Reducción de Daños (en la imagen de arriba), un recurso que ha visto interrumpidos sus servicios estos días con motivo del temporal. A principios de semana había allí refugiadas 25 personas, según el consistorio madrileño.