La Asociación Elin, Maakum y No Name Kitchen denuncian la masiva vulneración de derechos de unos mil menores migrantes en la ciudad de Ceuta. Durante varias semanas, cerca de la mitad tuvo que orinar en botellas de plástico y careció de ropa de cambio.
Ceuta mantiene retenidos a cientos de chicas y chicos menores en condiciones insalubres en centros que no cumplen con unos mínimos de salubridad, según denuncia un informe elaborado conjuntamente por la Asociación Elin –impulsada por Vedruna–, junto a Maakum y No Name Kitchen.
El documento, que lleva por título “Vulneraciones de derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes migrantes en Ceuta”, denuncia la ausencia de respuesta adecuada a una situación equiparable a una crisis humanitaria, cuando han pasado ya 20 días desde la llegada masiva de personas procedentes de Marruecos a la Ciudad Autónoma, entre ellas un gran número de menores no acompañados.
De esas chicas y chicos, gran número permanece todavía oculto, en situación de calle, ante el temor a ser devueltos a Marruecos, como ha sucedido en muchos casos, contraviniendo la legalidad. Parte de ellos han sido rechazados en los centros precariamente habilitados que, bajo la gestión de una fundación y de una empresa privada de seguridad, se encargan de los trámites para regularizar su situación, tanto su regreso al país alauí, si esa es su voluntad o sus familias los reclaman, o bien tramitar su permanencia en España.
Además del centro de realojo temporal y otro recientemente habilitado, se ha abierto un polideportivo para poder alojar a las chicas y chicos, y dos naves industriales, en las que se ha ingresado a unos 400 menores, que deben permanecer todo el día en el interior, sin ventanas ni la ventilación adecuada, y sin realizar ninguna actividad. Durante varias semanas, no contaron siquiera con baños habilitados, hasta el punto de tener que orinar en botellas de plástico, y no se les facilitó tampoco ropa de cambio.
El informe denuncia el hacinamiento, la mala alimentación recibida (para desayunar, dos magdalenas y un zumo, sin más comida que un bocadillo ya a las 6 de la tarde) y el mal trato recibido por parte de niños, niñas y jóvenes.
A las denuncias y recomendaciones de Elin, No Name KItchen y Maakum, se adhieren otras entidades como Prodein, Solidary Wheels o la Asociación Derechos Humanos de Andalucía, que demandan al Estado un enfoque social y el cumplimiento de la legislación internacional en materia de protección de menores, frente al enfoque estrictamente policial y de control de fronteras que ha adoptado el Gobierno.
Informe vulneraciones de Derechos de la Infancia, adolescencia y juventud migrante en Ceuta. Junio 2021