El equipo de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) envió a las comunidades múltiples propuestas para que “nos dejemos convertir “y tanto “nosotras” como “las generaciones futuras podamos seguir alegrándonos con el dulce canto de vida y esperanza de las criaturas”.
Oraciones en la playa o en la montaña, recogida de basuras en la naturaleza, asistencia a charlas y conferencias… El equipo de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) de la Provincia Vedruna Europa envió a comienzos de septiembre una carta a las comunidades con diversas propuestas para el Tiempo de la Creación, finalizó el 4 de octubre, san Francisco de Asís. Estos días van llegando imágenes y testimonios de todas esas iniciativas.
En la Bahía (Cádiz), a la oración en la playa siguió el compromiso de un consumo más responsable de agua y luz. Es la propuesta que hace el Papa en la encíclica Laudato si, y que el aumento de precios parece haber hecho indispensable para muchas familias. Varias comunidades, sin embargo, quieren hacer una opción explícita de un estilo de vida más sobrio, pensando en “mucha otra gente que no tiene para vivir”, explica desde JPIC Montse Fenosa. “Son cosas que deberíamos hacer todo el año, pero estos tiempos en la Iglesia nos sirven de recordatorio”, añade.
El Tiempo de la Creación se ha celebrado también en clave ecuménica. En Barcelona, destacó la visita con representantes de otras confesiones cristianas a la basílica de la Sagrada Familia, fuertemente inspirada ella misma en la Naturaleza. Los encuentros se realizaron en el marco del movimiento Laudato si, del que forma parte la Provincia Vedruna Europa.
La oferta propuesta por JPIC incluyó diversas actividades que las comunidades pudieron hacer desde casa, con grabaciones e imágenes para la oración, enlaces a webinars o la proyección de la película “The Letter”, recién estrenada por el Movimiento Laudato si, por ahora (hasta el 21 de octubre) disponible solo en inglés, con subtítulos.
Y hubo también quienes abrieron las puertas para celebrar el Tiempo de la Creación, como la Casa Vedruna de Manresa, que organizó un retiro.
Con todo ello, se trataba de animar a una “escucha de la Creación”, para, de ese modo, dejarnos “encontrar por Su voz, y que nos dejemos convertir para que nosotros y las generaciones futuras podamos seguir alegrándonos con el dulce canto de vida y esperanza de las criaturas”, según indicaba la carta del equipo de JPIC.